PAULINO DE NOLA, SAN
Pontius Meropius Anicius Paulinus n. ca. 353 en Burdeos, de familia patricia, en
una sociedad en que la aristocracia senatorial -culta y opulenta- asumía los
cargos de la administración civil. La adquisición de una profunda cultura
literaria bajo el magisterio de Ausonio y el desempeño de cargos civiles
-prefecto, cónsul, gobernador- llenan la primera etapa de la vida de P. El a.
383 (asesinato del emperador Graciano) marca un cambio en su vida. Se retira
primero a la Galia y más tarde a Hispania, donde se casa con una dama rica
llamada Tarasia.
Los datos acerca del comienzo de la vida cristiana de P. parecen
contradictorios: por una parte, su familia lo había ofrecido desde niño a S.
Félix; por otra, sabemos que fue bautizado por el obispo Delphinus y que el
bautismo fue para él ocasión de componer uno de sus mejores poemas (cfr.
Leclercq, DACL X11,1439 ss.). Sea como fuere, lo cierto es que hay una
conversión y una progresiva renuncia a los bienes materiales. Su decisión de
retirarse de la vida pública y dejar sus posesiones, en busca de una dedicación
más completa al servicio de Dios, está atestiguada por las fuentes antiguas (S.
Ambrosio, Ep. 58,1-3; S. Jerónimo, Ep. 118,5). En la Navidad del a. 392 fue
ordenado sacerdote en Barcelona, al parecer por iniciativa popular. En el a. 394
salió de Barcelona y poco después fijó su residencia en Nola, ciudad de la
Campania italiana. Vive allí retirado con otros clérigos en una comunidad que
llama monasterium, centro de formación eclesiástica con influencia en toda la
Campania. Marrou destaca la importancia histórica de esta forma de vida, camino
abierto hacia las comunidades de clérigos regulares y al mutuo acercamiento de
la vida del clero secular y la del estado monástico, interpenetración que ha
caracterizado a la iglesia de Occidente hasta nuestros días.
En el a. 409 es elegido obispo de Nola por aclamación unánime del pueblo.
No se conoce la fecha de su consagración; de su episcopado tenemos, más que
noticias seguras, afirmaciones vagas. M. el 22 jun. 431. Su cuerpo fue enterrado
en Nola, junto a la tumba de S. Félix, al que P. había levantado una basílica;
más tarde, fue trasladado a la iglesia de S. Bartolomé, en Roma. En 1908, S. Pío
X lo devolvió a Nola y elevó su fiesta al rango de rito doble. Se celebra su
fiesta el 22 de junio.
De su obra literaria nos quedan 51 epístolas, escritas en su mayor parte
antes del a. 410: son índice de su formación literaria y revelan por su
contenido un profundo conocimiento de los textos bíblicos. Cortesía, espíritu
apostólico y valoración de la amistad son realidades patentes en la
correspondencia de P., clave en el desarrollo de la tradición epistolar
cristiana. Tiene por otra parte interés histórico por sus referencias a
personajes ilustres de la época (Sulpicio, Severo, S. Martín de Tours y S.
Agustín entre otros) y por la presencia de datos sobre las cuestiones
doctrinales del momento, aunque P. no fue nunca un espíritu polémico. Es
importante el papel de P. en la cristianización de la poesía latina.
Especialmente famoso es el ciclo de poemas llamados Natalicia, formada por 14
piezas de extensión variable, escritas una cada año en la celebración de la
fiesta de S. Félix. En opinión de Labriolle, P. es más, que un genio poético un
autor de talento, delicado y con condiciones para la poesía íntima y personal.
Según testimonio de su biógrafo Genadio (v.), P. hizo un Sacramentario y un
libro de cánticos: su descubrimiento sería, como dice Leclercq, de un valor
inmenso para la historia de la Liturgia (v. LITURGIA II, 1).
Con frecuencia se afirma como base de la santidad de P. su apartamiento
del mundo y su desprendimiento de las cosas temporales, dando quizá con ello una
visión algo deformada de su propio pensamiento. Ya que no sólo ha escrito que
«si todo procede de Dios y Dios es bueno, necesariamente todo lo que ha hecho
Dios es bueno» (Ep. 16, a Jovio), sino que afirma que el desprendimiento es el
comienzo de la santidad, no la meta: «no vence el atleta cuando se despoja o
desnuda para empezar la lucha, sino que sólo después de luchar bien, merece la
corona» (Ep. 24, a Severo, 7).
BIBL.: Fuentes: PL 61; CSEL 29-30; Paulinus Nolanus, Poémes, lettres et sermones, textes choisis, trad. CH. PIETRI, París 1964. Estudios: P. LABRIOLLE, Histoire de la Littérature Latine Chrétienne, París 1947; H.-I. MARROU, Nouvelle Histoire de 1'Église (dir. Rogier-Aubert-Knowles), I, París 1963; H. LECLERCQ, Nola, en DACL X11,1422 ss.; V. IODICE, Pro/ilo storico ed stetico di S. Paolino, Roma 1931; F. LAGRANGE, Histoire de Saint Paulin de Nole, 2 vol. París 1882; S. PRETE, Paolino di Nola e I'humanesimo cristiano, Bologna 1964; CH. H. COSTER, Paulinus o/ Nola, Cambridge Mass. 1968 (anteriormente publicado en «Classical Jourgal», 1959, 146-59).
CARMEN CASTILLO.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991