ACÓLITO
Etimológicamente,
a. es un término griego compuesto de la y kéleuzos, cuya
significación es: el que acompaña de cerca. En cuanto a su
naturaleza, el a., según testimonio del Liber Pontificalis (ed.
Duchesne, París 1884, I, p. 161), aparece como el grado
inmediatamente anterior al subdiaconado dentro de la jerarquía del
Orden (v.) sagrado. El Catecismo Tridentino lo considera como la
última y suprema de las órdenes llamadas menores (II, 7, 18).
El origen del a. es ciertamente romano, no obstante su
denominación griega. Y no parece que su institución sea anterior a
la primera mitad del s. III. En cuanto a sus funciones, no tenemos
testimonios claros anteriores al s. IV. Parece ser que en Cartago
se les utilizaba para llevar auxilios pecuniarios a los cristianos
condenados a las minas. Por otra parte, el martirio de S. Tarsicio
(v.) ha permitido a algunos conjeturar que en Roma, en
circunstancias especiales, se encomendaba al a. llevar la
Eucaristía a los cristianos encarcelados. Pero, en realidad, sólo
a partir del s. zv aparecen con mayor claridad las funciones del
a. El papa Siricio (m. 398) señala los 20 años, más o menos, para
la admisión en el acolitado (PL 13, 1142). Inocencio 1 (401417)
afirma en carta a Decencio de Gubbio (PL 20, 556) que los a.
llevan el fermentum a los sacerdotes titulares que por atender a
sus iglesias no pueden acudir a la misa del Pontífice. Esta
función directamente relacionada con la Eucaristía fue, sin duda,
la más característica de este grado jerárquico. Pero, en tiempo
del papa Gelasio (m. 496), había ya desaparecido. S. Isidoro de
Sevilla (m. 636) llama a los a. cero ferarios, porque «llevan
cirios encendidos cuando se canta el Evangelio» (De eccles. offic.:
PL 83, 793).
En nuestros días las funciones del a. se reducen, de acuerdo
con el rito de la Ordenación, a llevar el cirial, encender las
luces de la Iglesia y servir el agua y el vino para la Eucaristía.
No obstante, no son funciones de su exclusiva competencia, ya que
cualquier varón suficientemente preparado puede también
ejercerlas.
BIBL.: H. LECLERCQ, Acolyte, en DACL I, 348356; R. MoNITOR, El espíritu del sacramento del Orden, Bilbao 1960, 175207.
RAGL ARRIETA.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991