Paulicianos
(s. VII) –
secta herética de tendencia
dualista (al estilo maniqueo), difundida en Siria, Armenia, Bulgaria y luego por
todo Occidente, para lo cual solieron designarse con diversos nombres. Parece
ser que el nombre fue tomado de su fundador, Paulo, hijo de Colinico; aunque su
verdadero líder fue un tal Constantino, también conocido como Silvano, quien
difundió la herejía por Asia menor y la Tracia. Sus principales doctrinas se
basaron en la distinción entre un Dios bueno, creador del mundo espiritual y de
las almas, y otro Dios malo, Demiurgo, creador del mundo material y sensible.
Creían que al final de los tiempos, el Dios bueno vencería al mal, instaurándose
en la Tierra el Paraíso perdido en los albores de la historia del hombre.
Duramente perseguidos, principalmente por los emperadores instalados en
Constantinopla, al punto de creerlos extinguidos para finales del s. IX, los
paulicianos resurgieron en la región de la Tracia, a través de la secta
Bogomilita (s. X).