La Santa Sede desactiva la bomba demográfica
El Consejo Para la Familia organiza un encuentro con expertos en
demografía
Con una denuncia contundente de los planes de esterilización que
están aplicándose en los países en vías de desarrollo, el cardenal
Alfonso López Trujillo, presidió el 27 de febrero, en la sede del
Consejo Pontificio para la Familia, una reunión de expertos en la que
se discutió sobre el estado actual de la evolución demográfica, así
como sobre las estrategias que persiguen los organismos de las
Naciones Unidas. En el encuentro estaban presentes demógrafos de
diferentes naciones.
Monseñor Renato Martino, representante de la Santa Sede ante la
sede de las Naciones Unidas de Nueva York, recordó, en su relación,
que después de veinte años de predicciones apocalípticas centradas
en la explosión de la bomba demográfica, se ha llegado a constatar
que, por el contrario, el mundo moderno está sufriendo una grave
crisis demográfica.
En realidad --subrayó monseñor Martino--, en muchos países el
crecimiento demográfico es tan bajo que el numero de los fallecidos
supera al de los nacimientos y la población anciana está creciendo de
manera preocupante para los fondos sociales. Según una serie de
informes publicados por la División para la Población de las Naciones Unidas, el índice de
fertilidad mundial es inferior a los 2,1 niños por mujer, no sólo en los países desarrollados, sino también en los más pobres del mundo. El
observador permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas precisó algunos datos de esta crisis: Según el último informe sobre las
tendencias actuales de fertilidad realizado por expertos de la ONU, de 1975 a 1995 la gran mayoría de los países de Europa Occidental y
del Este, así como Canadá, Japón, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Cuba han alcanzado un índice de fertilidad de 1,5 niños por
mujer. Los países con la fertilidad más baja (entre 1,2 y 1,3 niños por
mujer) son Bulgaria, Alemania, Hong Kong, Italia, Lituania, Eslovenia y
España. El índice de fertilidad de 51 países en los que vive el 44% de
la población mundial actualmente es inferior a 2,1 niños por mujer; es
decir, inferior al nivel de crecimiento cero. Se prevé que para el 2015,
88 países en los que viven al menos dos terceras partes de la
población mundial, tengan un índice de fertilidad inferior a cero. El
documento de la ONU refiere que este tipo de evolución demográfica
está creando dificultades serias no sólo porque existen más fallecidos
que nacidos, sino también por las obvias implicaciones económicas y
sociales por lo que se refiere a los gastos que se desprenden en
sanidad y jubilaciones.
Monseñor Martino aclaró que frente a las políticas de planificación
impuestas por instituciones internacionales, la Santa Sede constituye
en las Naciones Unidas una voz de la conciencia que recuerda al
mundo las verdades eternas sobre Dios y sobre el hombre. La
cuestión de la población --subrayó-- no es un argumento de
estadística, de números o de tendencias, sino de hombres. Es
necesario recordar que los mismos seres humanos han sido hechos a
imagen y semejanza de Dios y esto es válido para todos y cada uno
de nuestros hermanos y hermanas, muchos de los cuales no los
hemos visto en nuestra vida y viven en todos los rincones del
mundo.
El profesor Michel Schooyans, profesor de Filosofía política, Moral
social y de Ética de los problemas demográficos en la Universidad
Católica de Lovaina, intervino para desmontar las razones que han
forjado el mito del boom demográfico: Los números actuales
confirman el grado de inexactitud de las previsiones catastrofistas y
confirman el fenómeno de "transición democrática" por la que los
países industrializados se encaminan hacia una reducción de la
población que alcanzará su cumbre hacia el año 2050 y, al mismo
tiempo, un crecimiento de los países en vías de desarrollo que
alcanzarán su máximo desarrollo en torno a este período.
No existe, por tanto, ninguna bomba demográfica --explicó el
profesor Schooyans--, sin embargo, en nombre de estas previsiones
se están gastando millones de dólares para aplicar programas de
control de la población.
Michel Schooyans definió estos planes como un cruel imperialismo
anticonceptivo y reveló que dos secretarios de Estado
norteamericanos, Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski, advirtieron
que no temían tanto la confrontación entre Occidente y el bloque
comunista, cuanto la lucha entre el Norte y el Sur que se jugaría a
nivel de crecimiento poblacional.
En la reunión organizada por el Consejo Pontificio para la Familia
se discutió también sobre los programas de esterilización que afectan
al Sur del mundo. En este sentido, el cardenal López Trujillo denunció
lo que está sucediendo en Perú: 100 mil mujeres esterilizadas en un
año, presionadas para aceptar la operación en cambio de ayudas
alimenticias y bajo instigación de las autoridades. Un escándalo que
ha llegado hasta Washington.
Algunos de los presentes manifestaron su preocupación por la
elección de la señora Gro Harlem Brutland como nueva secretaria
general de la organización Mundial de la Salud (OMS). Brutland es
conocida a nivel internacional por ser militante de los planes de
control de la población, de la difusión del aborto y de la
esterilización.
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