Masonería
(Francmasonería)
EnciCato
Se trata el tema bajo los siguientes encabezados:
I. Nombre y Definición
II. Origen e Historia Temprana
III. Principios Fundamentales y Espíritu
IV. Propagación y Evolución de la Masonería
V. Organización y Estadísticas
VI. Trabajo interno
VII. Trabajo externo
VIII. Acción del Estado y de la Iglesia
I. NOMBRE Y DEFINICIÓN
Dejando de lado diversas derivaciones imaginativas podemos trazar la palabra
masón al francés maçon (en latín matio o machio), "un edificador de muros" o "un
labrador de piedras" (cf. del alemán Steinmetz, de metzen, "cortar"; y del
holandés vrijmetselaar).
El término compuesto Francmasón se da por primera vez en 1375 -- según un
escrito, se da aun antes de 1155 [1] -- y, contradiciendo a Gould [2] se refiere
principalmente a un masón (albañil) de gran habilidad, aunque más tarde también
designó a aquel que disfrutaba de la libertad, o del privilegio de ser miembro
de una cofradía del gremio. [3] El primer significado normalmente deriva de
libre albañil labrador de piedra, que era un albañil que esculpe con hacha o
construye con piedra (ornamental) labrada en oposición a un albañil tosco
(piedra no labrada). [4] Esta deducción, aunque concuerde con el significado del
término, pareció inaceptable a algunos eruditos. Así que Speth propuso
interpretar la palabra francmasones como referente a aquellos masones que
reivindicaban la exención de la autoridad de las cofradías locales en las
ciudades donde temporalmente se establecían. [5] De acuerdo con esta sugerencia
el "Nuevo Diccionario Inglés de la Sociedad Filológica" (Oxford, 1898) favorisa
la interpretación de francmasones como artesanos expertos, emancipados, según la
práctica medieval, de las restricciones y del control de las cofradías locales,
de tal manera que podían viajar y prestar servicios, dondequiera que cualquier
gran edificio (catedral, etc.) estuviera siendo construido. Estos francmasones
formaron un gremio universal para ellos mismos, con un sistema de señas secretas
y contraseñas por las que un artesano, que había sido admitido por haber
demostrado la competencia de su arte, podía ser reconocido. A la decadencia de
la arquitectura gótica este gremio fusionó con las cofradías de masones. [6]
Ulteriormente W. Begemann [7] combatió la opinión de Speth [8] como
completamente hipotética, diciendo que el termino francmasón designó
originalmente a masones particularmente hábiles que trabajaban la piedra
labrada, que eran necesarios durante la época de la más espléndida evolución de
la arquitectura gótica, y nada más. En la ley inglesa la palabra francmasón es
mencionada por primera vez en 1495, mientras que "Frank-mason" se encuentra ya
en una Acta de 1444-1445. [9] Más tarde, francmasón y masón se utilizaron como
términos equivalentes. El significado moderno de Francmasonería con el que,
desde aproximadamente 1750, la palabra ha sido universalmente y exclusivamente
conocida, data solamente de la constitución de la Gran Logia de Inglaterra en
1717. En esta acepción, y según los rituales oficiales del gremio inglés,
escocés, americano, etc., la Francmasonería es más generalmente definida como:
"Un peculiar [algunos dicen "particular" o "bello"] sistema de moralidad
disimulado en alegorías e ilustrado por símbolos". Mackey [10] declara que la
mejor definición de Francmasonería es: "Una ciencia comprometida en la búsqueda
de la verdad divina". La enciclopedia alemana de Francmasonería, "Handbuch" [11]
define Francmasonería como "la actividad de hombres estrechamente unidos que,
empleando formas simbólicas tomadas principalmente del oficio de albañil y del
trabajo de arquitectura, trabajan por el bienestar de la humanidad, esforzándose
moralmente para ennoblecerse ellos mismos y a los demás y así crear una liga
universal de humanidad [Menschheitsbund], que ellos aspiran a exhibir aun ahora
en pequeña escala". Las tres ediciones que este "Handbuch" (Manual Universal de
Francmasonería) ha tenido desde 1822 han sido declaradas por críticos Masones
anglófonos como la más valiosa y mejor Enciclopedia Masónica nunca publicada.
[12]
II. ORIGEN E HISTORIA TEMPRANA
Antes de entrar en ésta y en las siguientes divisiones de nuestro tema es
necesario establecer como premisa que la naturaleza misma de la Francmasonería
como una sociedad secreta hace difícil el tener certeza aun de sus documentos y
autoridades reputados, y por consiguiente hemos consultado sólo aquellos que son
reconocidos y recomendados por miembros responsables de la sociedad, como
declaramos en la bibliografía añadida a este artículo. "Es el oprobio de la
Francmasonería", dice Mackey [13]
que su historia nunca se haya escrito con un espíritu de verdad crítica; que la
credulidad. . . ha sido la fundación sobre la que se han establecido todas las
investigaciones masónicas históricas,. . . que los eslabones perdidos de una
cadena de evidencia han sido suministrados con frecuencia por invenciones
gratuitas y que se han sostenido, descuidadamente, declaraciones de enorme
importancia por el testimonio de documentos cuya autenticidad no ha sido
demostrada.
"La parte histórica de archivos antiguos", añade él [14]
escritos por Anderson, Preston, Smith, Calcott y otros escritores de esa
generación, fue poco más que una colección de fábulas tan absurdas que provocan
la sonrisa del lector.
Los gérmenes de casi todas estas teorías fantásticas están contenidos en "Las
Constituciones de los Francmasones" de Anderson (1723, 1738) que hacen a la
Francmasonería coexistente con la geometría y con las artes basadas en ella;
sugiere que Dios, el Gran Arquitecto, fundó la Francmasonería, y que esta tuvo
por patrones a Adán, los Patriarcas, los reyes y filósofos de antaño. Incluso
Jesucristo es incluido en la lista como Gran Maestro de la Iglesia Cristiana. La
Masonería es creditada con la construcción del Arca de Noé, la Torre de Babel,
las Pirámides, y el Templo de Salomón. Autores ulteriores localizan el origen de
la Masonería en los misterios egipcios, Dionisiacos, de Eleusis, Mitraico, y
Druídico; en sectas y escuelas tales como las de los Pitagóricos, Esenios,
Caldeos, las del Zoroastrismo, y las del Agnosticismo; en las sociedades
Evangélicas que precedieron la Reforma; en las órdenes de caballería (Juanistas,
Templarios); entre los alquimistas, Rosacruces, y Cabalistas; en sociedades
secretas chinas y árabes. Se afirma además que Pitágoras fundó la institución
Druídica y por lo tanto que la Masonería probablemente existía en Inglaterra 500
años antes de la Era Cristiana. Algunos autores, considerando descubrimientos
geológicos como emblemas Masónicos, hacen remontar la Masonería al Período
Mioceno (?) [15] mientras que otros pretenden que la ciencia Masónica "existía
antes de la creación de este globo, diseminada entre los muchos sistemas con los
que el gran imperio del espacio universal esta provisto". [16]
No es entonces difícil imaginar que el intentar demostrar la antigüedad de la
Francmasonería con evidencia proporcionada por tales monumentos del pasado como
las Pirámides y el Obelisco (llevado a Nueva York en 1879) deberían haber dado
por resultado una vasta literatura acerca de estos objetos. [17] Aunque muchos
masones inteligentes estiman estas reivindicaciones como sin fundamento, la
mayoría del gremio [18] todavía acepta la declaración contenida en el "Cargo"
después de la iniciación: "Antigua sin ninguna duda es, habiendo subsistido
desde tiempo inmemorial. En cada era monarcas [rituales americanos: "los más
grandes y mejores hombres de todos los tiempos"] han sido promotores del arte,
no han creído derogatorio a su dignidad el cambiar el cetro por la paleta, han
participado de nuestros misterios y se han reunido nuestras asambleas". [19] es
verdad que en tiempos antiguos, caballeros que no eran ni masones operativos ni
arquitectos, los así llamados masones geomáticos [20] se reunían con los masones
operativos, o dogmáticos, en sus logias, observaban las ceremonias de admisión,
y conocían sus señas de reconocimiento. Pero esta Masonería no es de ninguna
manera la Masonería "especulativa" de los tiempos modernos, i.e., un método
sistemático de enseñanza de la moralidad por medio de tales principios de
símbolos según los principios de la Francmasonería moderna después de 1723. Tal
como las mejores autoridades alemanas lo admiten [21] la Masonería especulativa
empezó con la fundación de la Gran Logia de Inglaterra, el 24 de junio de 1717,
y su organización esencial se completó en 1722 con la adopción del nuevo "Libro
de Constituciones" y de los tres grados: aprendiz, compañero, maestro. Todas las
más competentes y más concienzudas investigaciones por expertos historiadores
Masónicos demuestran que, en 1717, las antiguas logias habían casi dejado de
existir. Las nuevas logias empezaron como sociedades conviviales, y su
distintivo espíritu Masónico solo se desarrolló poco a poco. Este espíritu, en
fin, tal como se exhibió en las nuevas constituciones estuvo en contradicción
con aquel que animaba a los primeros masones. Estos hechos demuestran que la
Masonería moderna no es, como Gould [22] Hughan [23] y Mackey [24] pretenden,
una renovación del antiguo sistema, sino que es un nuevo orden de ninguna manera
más antiguo que el primer cuarto del siglo XVIII.
III. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES Y ESPIRITU
Ha habido muchas controversias entre masones acerca de los puntos esenciales de
la Masonería. Masones anglófonos los llaman "linderos", un término tomado del
Deuteronomio 19:14, que significa "los límites de la libertad Masónica", o los
límites inalterables dentro de los que todo albañil tiene que confinarse a sí
mismo. Mackey [25] no estipula menos de veinticinco linderos. El mismo número es
adoptado por Whitehead [26] "como la medula de las investigaciones de los
autores masones más hábiles". Los principales de ellos son [27]
el método de reconocimiento por señas secretas, palabras, apretones de manos,
pasos, etc.;
los tres grados incluso el Arco Real;
la leyenda de Hiram del tercer grado;
el correcto "tejado" de la logia contra "lluvia" y "nieve", i.e., contra hombres
y mujeres "cowans", o sea los que escuchan escondidos, i.e., intrusos profanos;
el derecho que cada Masón regualr tiene de visitar cada logia regular en el
mundo;
la creencia en la existencia de Dios y en la vida futura;
el Volumen de la Ley Sagrada;
la igualdad de los masones en la logia;
el secreto;
el método simbólico de enseñanza;
la inviolabilidad de los linderos.
En verdad no hay ninguna autoridad en La Francmasonería para constituir tales
linderos o leyes fundamentales "invariables". Estricta y judicialmente, incluso
los "Antiguos Cargos", que, según las "Constituciones" de Anderson, contienen
las leyes inalterables, tienen un carácter legal obligatorio únicamente si están
incluidas en el "Libro de la Constitución" de cada Gran Logia. [28] Pero en
práctica existen ciertas características que son universalmente consideradas
como esenciales. Tales son los principios fundamentales descritos en el primero
y sexto artículos de los "Antiguos Cargos" concernientes a la religión, en los
textos de las dos primeras ediciones en ingles (1723 y 1738) de las
"Constituciones" de Anderson. Estos textos, a pesar de diferir ligeramente, son
idénticos en su significado esencial. El de 1723 es el texto original restaurado
por la Gran Logia de Inglaterra en las ediciones de las "Constituciones",
1756-1813, e introducido más tarde en el "Libro de las Constituciones" de casi
todas las otras Grandes Logias, es el más autorizado; pero el texto de 1738, que
fue adoptado y usado por mucho tiempo por muchas Grandes Logias, es también de
gran importancia por sí mismo y como una ilustración más amplia del texto de
1723.
En este último, el primer artículo de los "Antiguos Cargos" que contiene la ley
fundamental y la esencia de La Francmasonería moderna dice (se da el texto
precisamente como impreso en el original de 1723):
I. Acerca de Dios y la Religión. Un Masón esta obligado, por el ejercicio de su
cargo, a obedecer la ley moral: y si entiende correctamente el Arte, nunca será
un estúpido Ateo [letras góticas] ni un Libertino irreligioso [letras góticas].
Pero aunque en tiempos anteriores los masones de cada país debían pertenecer a
la religión de ese país o nación, cualquiera que fuera, ahora se piensa que es
más conveniente que sólo se les obligue a seguir aquella religión con la que
todos los hombres estén de acuerdo, dejándoles sus Opiniones particulares a sí
mismos: esto es, ser hombres buenos y verdaderos o Hombres de Honor y
Honestidad, por cualesquiera Denominaciones o Convicciones con las que se
distingan; por lo que la Masonería llega a ser el Centro de Unión y el medio de
conciliar una Amistad verdadera entre personas que deberían haberse quedado a
una perpetua distancia.
Bajo el Artículo VI, 2 (el comportamiento del Masón después de que la logia se
ha cerrado y los hermanos no se han ido) se agregó:
Para conservar la paz y la armonía, ningún resentimiento privado ni riñas se
deben traer al interior de la logia, mucho menos una reyerta cualquiera acerca
de Religión o Naciones o Política Estatal, puesto que sólo somos, como masones,
de la Religión Catholick, antes mencionada, somos también de todas las Naciones,
Lenguas, Afinidades e Idiomas y estamos decididos en contra de toda Política
[impreso en el original en letras góticas] puesto que hasta hoy nunca ha
conducido al bienestar de la logia y nunca lo hará. Este mandato ha sido siempre
estrictamente ordenado y observado; pero especialmente desde la Reforma en Gran
Bretaña o del disentimiento y secesión de estas Naciones de la comunión de Roma.
En el texto de 1738 los mismos artículos dicen (las diferencias del de 1723
están en cursivas):
I. Acerca de Dios y la Religión. Un Masón esta obligado por el ejercicio de su
cargo a observar la ley moral como un verdadero Noahida (hijo de Noé, el primer
nombre de los Francmasones) y si entiende correctamente el oficio, nunca será un
estúpido ateo ni un libertino irreligioso ni actuara en contra de su conciencia.
En tiempos antiguos los masones Cristianos estaban encargados de cumplir con las
costumbres cristianas de cada país donde viajaban o trabajaban; pero siendo que
la Masonería se encuentra en todas las naciones, incluso de religiones
diferentes, están ahora generalmente encargados de adherir a esa religión, en la
que todos los hombres están de acuerdo, (dejando a cada Hermano su propia
opinión particular), o sea, ser hombres buenos y verdaderos, hombres de honor y
honestidad, sin importar los nombres, religiones o convicciones que los
distingan; porque todos ellos están de acuerdo con los tres grandes artículos de
Noé, bastante para mantener el cemento de la logia. Así la Masonería es el
centro de su unión y la feliz manera de conciliar la verdadera amistad entre
personas que de otra manera deberían haberse quedado a una perpetua distancia.
VI. 1. Comportamiento en la logia antes de cerrar: Ningún . . . resentimiento
privado ni disputa sobre nación, familia, religión o política debe, por ningún
motivo ni bajo ningún tono ni el pretexto que sea, ser traída dentro de las
puertas de la logia; ya que como masones somos de la más antigua religión
católica, antes mencionada, y de todas las naciones en la escuadra, el nivel y
la plomada; y como nuestros predecesores de todos los tiempos estamos decidimos
en contra de las disputas políticas, ya que son contrarias a la paz y al
bienestar de la logia.
Para apreciar debidamente estos textos que describen la Francmasonería moderna
"especulativa" es necesario compararlos con los requerimientos correspondientes
de las Constituciones "Góticas" (Cristianas) que reglamentaban las antiguas
logias de la Masonería "operativa" hasta y después de 1747. Estos requerimientos
están uniformemente resumidos en las sencillas palabras: "El primer encargo es
éste, que sean fieles a Dios y a la Santa Iglesia y no incurran en error o
herejía". [29] El radical contraste entre los dos tipos es evidente. Aun cuando
un Masón, de acuerdo a la Antigua Constitución, se encontraba, ante todo,
obligado a ser fiel a Dios y a la Iglesia, evitando herejías, sus obligaciones
"religiosas", según el nuevo texto, se reducían esencialmente a la observación
de la "ley moral" resumida prácticamente en los principios de "honor y
honestidad" en los que "todos los hombres están de acuerdo". Esta "religión
universal de la Humanidad" que gradualmente elimina las accidentales divisiones
de la humanidad debidas a opiniones particulares "o religiosas", y a los
"prejuicios" nacionales y sociales, debe ser el vínculo de unión entre los
hombres en la sociedad Masónica, concebida como el modelo de asociación humana
en general. "Humanidad" es el término usado para designar al principio esencial
de la Masonería. [30] Aparece en un discurso Masónico de 1747. [31] Otras
consignas son "tolerancia", "no-sectarismo", "cosmopolita". El carácter
cristiano de la sociedad bajo el régimen operativo de siglos pasados, dice
Hughan [32] "se cambió por las reglas no-sectarias que debían incluir bajo su
manto a los creyentes de todas las sectas, sin consideración por sus diferencias
de color o región, con tal de que se observaran las sencillas condiciones de
moralidad, edad madura y un voto aceptado". [33] En la Masonería Continental las
mismas nociones son expresadas con las palabras "neutralidad", "laïcité", "Confessionslosigkeit",
etc. En el texto de 1738 un énfasis particular se pone en la "libertad de
conciencia" y se acentúa el carácter universal, no-cristiano de la Masonería. El
Masón es llamado un "verdadero Noahida", i.e. un seguidor del sistema pre-cristiano
y pre-mosaico de la humanidad indivisa. Los " 3 artículos de Noé" eran muy
probablemente "los deberes para con Dios, para con el vecino y para consigo
mismo" inculcados desde los tiempos más antiguos en el "Encargo a un Hermano
recién recibido". Pueden también hacer referencia al "amor fraterno, auxilio y
verdad", con la "religión" generalmente definida como el "gran cemento" de la
fraternidad y llamada por Mackey [34] "la consigna de nuestra orden y la
característica de nuestra profesión".
De los masones antiguos ya no se dice que estaban obligados a "ser de la
religión" sino solamente a "cumplir con las costumbres cristianas de cada país".
La designación de la así llamada religión "no sectaria" como la "antigua
catholick" descubre el intento de contraponer esta religión de "Humanidad" a la
Católica Romana como la única verdadera, genuina, y originalmente católica. Se
da a entender también el carácter no sectario de la Masonería en la era escogida
en la página del título: "En el año 5723 de la Masonería" y en la "Historia".
Sobre la "Historia" Anderson mismo comenta en el prólogo (1738):
Sólo un Hermano experimentado, según la verdadera luz, puede hallar sin esfuerzo
muchas convenientes alusiones en casi cada página de este libro las cuales "Cowans"
y otros no iniciados (incluso entre masones) no pueden percibir.
Así, concluye Krause [35] la "Historia" de Anderson esta alegóricamente escrita
en "lenguaje codificado". Por eso, lejos de ser "simples alusiones pueriles a
secretos de poca importancia", la tendencia general de esta "Historia" es el
exhibir el "no sectarismo" de la Masonería.
Dos puntos merecen mención especial: las declaraciones sobre los estilos de
arquitectura "Augusto" y "Gótico" y la identificación de la Masonería con la
geometría. El "Augusto", al que se alaba por encima de todos los otros estilos,
se refiere al "Humanismo", mientras que el "Gótico" al que se culpa de
ignorancia y estrechez de espíritu, se refiere a la ortodoxia cristiana y en
particular a la católica romana. La identificación de la Masonería con la
geometría pone de manifiesto el carácter naturalista de la anterior. Como la
Sociedad Real, de la que una grande y muy influyente proporción de los primeros
Francmasones eran miembros [36], la Masonería profesa el método geométrico
empírico, o "positivista", de razonamiento y deducción en la investigación de la
verdad. [37] En general parece ser que los fundadores de la Masonería pensaron
seguir los mismos métodos para sus designios sociales que los que fueron
escogidos por la Sociedad Real para sus investigaciones científicas. [38] "La
Geometría como método se recomienda particularmente a la atención de los
masones". "Bajo esta luz, la Geometría puede muy bien considerarse como una
lógica natural; puesto que la verdad es siempre consistente, invariable y
uniforme, todas las verdades se pueden investigar de la misma manera. Las
definiciones morales y religiosas, los axiomas y las proposiciones tienen una
regular y cierta dependencia los unos en los otros tal como cualquiera en física
o matemáticas". "Permítanme recomendarles que persigan tal saber y cultiven
tales preceptos de manera a afianzar el respeto Fraternal de esta sociedad y el
honor de su futura promoción dentro de ella". [39] Es tan sólo por
inconsistencia que algunas Grandes Logias de América del Norte insisten en creer
en la inspiración Divina de la Biblia como una cualidad necesaria y que no pocos
masones en América y Alemania declaran la Masonería esencialmente como una
"institución cristiana". Según las Grandes Logias Alemanas, Cristo es solamente
"el sabio y poderoso hombre puro" par excellence, el principal modelo y maestro
de "Humanidad". [40] En el sistema sueco, practicado por la Gran Logia del País
Alemán, se dice que Cristo enseñó, además de la doctrina cristiana exotérica
destinada al pueblo y a la más torpe muchedumbre de sus discípulos, una doctrina
esotérica para sus discípulos escogidos, tales como San Juan, en la que negó que
El fuera Dios. [41] La Francmasonería, se dice, desciende de la sociedad secreta
cristiana, en la que se propagó esta doctrina esotérica. Es evidente, sin
embargo, que aun en éste sentido restringido de Cristianismo "no-sectario", La
Francmasonería no es una institución cristiana, porque reconoce a muchos modelos
y maestros pre-cristianos de "Humanidad". Todos los masones instruidos están de
acuerdo en la importancia objetiva de este principio Masónico de "Humanidad",
según el cual la creencia en dogmas es cuestión de importancia secundaria, e
incluso es perjudicial para las leyes del amor y la tolerancia universales. La
Francmasonería, por consiguiente, se opone no sólo al Catolicismo y al
Cristianismo, sino también al sistema entero de verdad sobrenatural.
Las únicas divergencias serias entre masones sobre la interpretación de los
textos de 1723 y 1738 se refieren a las palabras: "Y si entiende correctamente
el Arte, nunca será un estúpido Ateo ni un Libertino irreligioso". La
controversia acerca del significado de estas palabras ha sido particularmente
aguda desde el 13 de septiembre de 1877, cuando el Gran Oriente de Francia borró
el párrafo, introducido en 1854 en sus Constituciones, por el cual la existencia
de Dios y la inmortalidad del alma eran declarados la base de La Francmasonería
[42] y le dio al primer artículo de sus nuevas Constituciones el siguiente
tenor: "La Francmasonería, una institución esencialmente filantrópica,
filosófica (naturalista, adogmatica) y progresista, tiene como objetivo la
búsqueda de la verdad, el estudio de la moralidad universal, de las ciencias y
de las artes y la práctica de la beneficencia. Tiene como principios la absoluta
libertad de conciencia y la solidaridad humana. No excluye a nadie a causa de
sus creencias. Su divisa es Libertad, Igualdad, Fraternidad". El 10 de
septiembre de 1878, el Gran Oriente, además, decretó expurgar de los Rituales y
de los procedimientos de la logia todas las alusiones a dogmas religiosas tales
como los símbolos del Gran Arquitecto, la Biblia, etc. Estas medidas atrajeron
solemnes protestas de casi todos los órganos angloamericanos y alemanes y
llevaron a la ruptura entre las Grandes Logias angloamericanas y el Gran Oriente
de Francia. Puesto que muchos masones librepensadores en América y en Europa
simpatizaron en esta disputa con los franceses, ocurrió una ruptura mundial.
Bastante recientemente muchas Grandes Logias de los Estados Unidos se negaron a
reconocer la Gran Logia de Suiza como un Cuerpo regular, porque guardaba
relaciones amistosas con el ateo Gran Oriente de Francia. [43] Esta ruptura
parece mostrar, que en el precedente párrafo de los "Antiguos Cargos" la
creencia en un Dios personal es declarada como el más importante requisito
previo y deber de un Masón y que la Masonería angloamericana, al menos, es un
campeón inflexible de esta creencia en contraste con la impiedad de Masonería
latina.
Pero en verdad toda Masonería esta llena de ambigüedad. Los textos de 1723 y
1738 de la ley fundamental acerca del Ateísmo son deliberadamente ambiguos. El
ateísmo no es condenado de manera afirmativa, sino sólo suficientemente
desaprobado para respetar las exigencias del momento, cuando un reconocimiento
público del ateísmo habría sido fatal a la Masonería. No se dice que no se
pueden admitir Ateos, o que ningún Masón puede ser un Ateo, sino sólo que si
comprende correctamente el Arte, nunca será un estúpido Ateo, etc., i.e., que no
sostendrá o profesara el Ateísmo de una manera tonta, con declaraciones, por
ejemplo que choquen el sentimiento religioso y causen a la Masonería una mala
reputación. Y aun tal estúpido Ateo no incurre en crítica más fuerte que la del
simple hecho de que no comprende debidamente el Arte, un juicio meramente
teórico sin ninguna sanción práctica. Tal desaprobación sirve más bien a alentar
el positivismo moderno o el Ateísmo científico. Escasamente más serio es el
rechazo del Ateísmo por las Grandes Logias británicas, americanas y algunas
alemanas en su disputa con el Gran Oriente de Francia. Es verdad que la Gran
Logia inglesa, en su comunicación trimestral del 6 de marzo de 1878 [44] aprobó
cuatro resoluciones, en las que declara que el más importante lindero antiguo de
la orden, es la creencia en el Gran Arquitecto del Universo, y se exige una
declaración explícita de esta creencia de parte de los hermanos visitantes
pertenecientes al Gran Oriente de Francia, como un requisito para entrar en las
logias inglesas. Medidas similares fueron tomadas por las Grandes Logias
irlandesas, escocesas, y norteamericanas . Pero esta creencia en un Gran
Arquitecto es tan vaga y simbólica, que casi cada clase de Ateísmo e incluso el
"estúpido" Ateísmo puede ser cubierto por ella. Además, las Grandes Logias
británicas y americanas declaran que se satisfacen totalmente con tal incertitud,
que es, de hecho, sólo una declaración verbal, sin mayor investigación sobre la
naturaleza de esta creencia, y que no sueñan con declarar que la Francmasonería
es una "iglesia", un "concilio", o un "sínodo". Por consiguiente se reconocen
como masones incluso aquellos que con Spencer y otros filósofos Naturalistas de
la época llaman a Dios el principio oculto todopoderoso que opera en la
naturaleza, o, tal como los partidarios del "Handbuch" [45] sostienen que las
dos columnas de la religión son "el sentimiento de la pequeñez del hombre en la
inmensidad de espacio y tiempo", y "la convicción de que todo lo que es real
tiene su origen en lo bueno y de que todo lo que ocurre debe ser para el bien".
Un Gran Orador americano Zabriskie (Arizona) el 13 de noviembre de 1889 promulgó
que "miembros individuales pueden creer en muchos dioses, si su conciencia y
discernimiento así les mandan". [46] Limousin [47] aprobado por masones alemanes
[48] dice: "La mayoría de los hombres conciben a Dios, según las religiones
exotéricas, como un hombre todopoderoso; otros conciben a Dios como la idea más
elevada que un hombre puede formarse de acuerdo a las religiones esotéricas".
Estos últimos son llamados Ateos según la noción exotérica de Dios rechazada por
la ciencia, pero no son Ateos según la noción esotérica y verdadera de Dios. Al
contrario, añaden otros [49] son menos Ateos que los miembro de una iglesia, de
quienes sólo difieren por tener una idea más alta de Dios o de lo Divino. En
este sentido Thevenot, Gran secretario del Gran Oriente de Francia, en una carta
oficial a la Gran Logia de Escocia (30 de enero de 1878), declara: "La Masonería
francesa no cree que existan Ateos en el sentido absoluto de la palabra" [50] y
Pike mismo [51] reconoce:
Un hombre que tiene una concepción más alta de Dios que aquellos que lo rodean y
que niega que la concepción de ellos sea Dios, será muy probablemente llamado
Ateo por aquellos hombres que son en realidad mucho menos creyentes en Dios que
él, etc.
Así que toda la polémica es meramente nominal y formal. Además, hay que notar
que la cláusula que declara que la creencia en el Gran Arquitecto es un
requisito de admisión fue introducida, en el texto de las Constituciones de la
Gran Logia de Inglaterra, solamente en 1815 y este texto dice: "Un Masón por
consiguiente esta particularmente obligado a nunca actuar en contra de los
dictados de su conciencia", con lo que la Gran Logia de Inglaterra parece
reconocer que la libertad de conciencia es el principio supremo de la
Francmasonería y que predomina por encima de todos los demás en caso de
conflicto. Se implica asimismo la misma supremacía de la libertad de conciencia
en el carácter no-sectario, que los masones angloamericanos reconocen como la
esencia más profunda de la Masonería. "Dos principios", dijo el Emperador alemán
Federico III, en un discurso solemne a masones en Estrasburgo el 12 de
septiembre de 1886, "caracterizan sobre todo nuestros propósitos, a saber, la
libertad de conciencia y la tolerancia"; y el "Handbuch" [52] justamente hace
notar que la libertad de conciencia y la tolerancia fueron por eso promulgadas
como los cimientos de la Masonería por la más alta autoridad Masónica de
Alemania.
Por tanto el Gran Oriente de Francia tiene razón sobre la esencia de la
cuestión, según el punto de vista Masónico; pero se ha apartado de la tradición
al suprimir símbolos y formulaciones simbólicas, las cuales, si se comprenden
debidamente, de ninguna manera implican aserciones dogmáticas y no se pueden
rechazar sin dañar la obra de la Masonería, ya que ésta necesita de formulas
religiosas ambiguas adaptables a cada forma de creencia y a cada fase de
desarrollo moral. Desde este punto de vista los símbolos del Gran Arquitecto del
Universo y de la Biblia son verdaderamente de suma importancia para la
Masonería. Así que, varias Grandes Logias que al principio habían imitado el
radicalismo francés, finalmente guardaron esos símbolos. Un representante de la
Gran Logia de Francia escribe en este sentido a Findel: "Estamos completamente
de acuerdo con ustedes en considerar todos los dogmas, sean positivos o
negativos, como radicalmente contradictorios con la Masonería, cuya enseñanza
debe ser propagada sólo por símbolos. Y los símbolos pueden y deben ser
explicados por cada quien según su propia comprensión; por eso sirven para
mantener la concordia. Por eso nuestra Gran Logia, de manera facultativa,
retiene el Símbolo del Gran Arquitecto del Universo, ya que cada quien puede
concebirlo de acuerdo a sus convicciones personales. [A las logias se les
permite el retener los símbolos, pero no hay ninguna obligación de hacerlo así,
y muchas no lo hacen.] Excomulgarse los unos a los otros a causa de cuestiones
metafísicas, nos parece a nosotros los masones la cosa más indigna que se puede
hacer". [53] El órgano oficial de la Masonería italiana incluso recalca: "La
fórmula del Gran Arquitecto, que se reprocha a la Masonería como ambigua y
absurda, es la afirmación más liberal y justa del inmenso principio de la
existencia y puede representar ya sea al (revolucionario) Dios de Mazzini como
al Satanás de Giosue Carducci (en su famoso himno a Satanás); Dios, como fuente
de amor, no de odio; Satanás, como el genio de lo bueno, no de lo malo". [54] En
ambas interpretaciones es en realidad el principio de la Revolución que adora la
Masonería italiana.
IV. PROPAGACION Y EVOLUCION DE LA MASONERÍA
Los miembros de la Gran Logia formada en 1717 por la unión de cuatro logias
antiguas, fueron hasta 1721 pocos en número e inferiores en calidad. La entrada
de varios miembros de la Sociedad Real y de la nobleza cambió la situación.
Desde 1721 se han extendido a través de Europa. [55] Esta rápida propagación fue
principalmente debida al espíritu de los tiempos que, cansado de las disputas
religiosas, intranquilo bajo la autoridad eclesiástica y descontento con las
condiciones sociales existentes, buscó la iluminación espiritual y el consuelo
en los misterios antiguos y deseó, uniendo hombres de tendencias afines,
reconstruir la sociedad sobre una base completamente humana. En esas
circunstancias la Francmasonería con su vaguedad y elasticidad, pareció a muchos
un excelente remedio. Para adaptarse a las necesidades de países y clases
sociales diferentes, el sistema original (1717-23) fue sometido a modificaciones
más o menos profundas. En 1717, contrariamente a Gould [56], solo una sencilla
ceremonia de admisión o un grado parece haber estado en uso [57] en 1723 dos
aparecen tal como lo reconoció la Gran Logia de Inglaterra: "Aprendiz Ingresado"
y "Compañero del Gremio o Maestro". El sistema de tres grados, practicado
primero alrededor de 1725, llegó a ser universal y oficial solamente después de
1730. [58] Los símbolos y formas rituales, tal como fueron practicados desde
1717 hasta la introducción de más grados después de 1738, junto con los
"Antiguos Cargos" de 1723 o 1738, se consideran como la Francmasonería pura
original. Un cuarto, el grado "Arco Real" [59] usado al menos desde 1740, es
primeramente mencionado en 1743, y aunque ajeno al sistema de la Masonería pura
y antigua [60] es muy característico de la Masonería anglosajona posterior. En
1751 una rival, la Gran Logia de Inglaterra, "según las Instituciones Antiguas"
fue establecida y, por la actividad de su Gran secretario, Lawrence Dermott,
pronto superó a la Gran Logia de 1717. Los miembros de esta Gran Logia son
conocidos con la denominación de "Masones Antiguos". Se llaman también "Masones
de York" por referencia, no a la efímera Gran Logia de toda Inglaterra en York,
mencionada en 1726 y reavivada en 1761, sino a la supuesta primera Gran Logia de
Inglaterra congregada en 926 en York. [61] Por fin, la Gran Logia Unida de
Inglaterra, ganó el control adoptando en 1813 sus formas rituales.
En su espíritu religioso la Masonería anglosajona después de 1730 retrogradó
indudablemente hacia una bíblica ortodoxia cristiana. [62] Este movimiento es
atestado por la Cristianización de los rituales y por la popularidad de los
trabajos de Hutchinson, Preston, y Oliver con los masones angloamericanos. Es
debido principalmente al conservatismo de la sociedad anglófona en cuestiones
religiosas, a la influencia de miembros eclesiásticos y a la institución de
"capellanes de la Logia" mencionados en los archivos ingleses desde 1733. [63]
La reforma provocada por los artículos de unión entre las dos Grandes Logias de
Inglaterra (1 diciembre, 1813) consistió sobre todo en la restauración del
carácter no-sectario, de acuerdo con el cual toda alusión a una religión
particular (cristiana) se debe omitir en los procedimientos de la logia. Además,
se decretó que "habrá la más perfecta unidad de obligación de disciplina, o
funcionamiento. . . según los genuinos linderos, leyes y tradiciones. . . en
todo el mundo masónico desde el día y fecha de la dicha unión (1 diciembre,
1813) hasta que el tiempo no sea más". [64] Tomando esta acción la Gran Logia
Unida sobrestimo su autoridad. Su decreto fue respetado, hasta cierto punto, en
los Estados Unidos, donde la Masonería, primero introducida hacia 1730, siguió
en general las fases de evolución Masónica en la madre patria.
El título de Madre-Gran Logia de los Estados Unidos fue el objeto de una
prolongada y apasionada polémica entre las Grandes Logias de Pennsylvania y
Massachusetts. La opinión predominante actualmente es que, desde tiempo
inmemorial, i.e., antes de las autorizaciones de la Gran Logia [65] existió en
Filadelfia una logia regular con archivos fechados de 1731. [66] En 1734
Benjamín Franklin publicó una edición del "Libro de Constituciones" inglés. Los
principales representantes de la Gran Logia moderna de Inglaterra en los Estados
Unidos eran Coxe y Price. Los estatutos de varias logias fueron establecidos por
la Gran Logia de Escocia. Después de 1758, sobre todo durante la Guerra de
Independencia, 1773-83, la mayor parte de las logias pasaron a los "Ancianos".
La unión de los dos sistemas en Inglaterra (1813) fue seguida por una unión
similar en América. La forma real del rito americano desde entonces practicada
se debe principalmente a Webb (1771-1819), y a Cross (1783-1861).
En Francia y Alemania, al principio, la Masonería fue practicada según el ritual
inglés [67] pero la así llamada Masonería "escocesa" pronto apareció. Puesto que
sólo los nobles eran entonces considerados admisibles en la buena sociedad como
miembros totalmente calificados, la sociedad de caballeros Masónicos se
interpretó como una sociedad de Gentilshommes, i.e., de nobles o por lo menos de
hombres ennoblecidos o armados caballeros por la sola admisión en la orden, la
cual según el antiguo ritual inglés todavía en uso, es "más honorable que el
Vellón de Oro, o la Estrella o la Jarretera o cualquier otra Orden bajo el Sol".
La pretendida asociación de la Masonería con las órdenes de caballeros guerreros
y con las religiosas era mucho más aceptable que la idea de un desarrollo a
partir de las cofradías de labradores de cantera. Así pues un discurso
presentado por el Caballero escocés Ramsay delante de la Gran Logia de Francia
en 1737 e introducido por Tierce en su primera edición francesa del "Libro de
Constituciones" (1743) como un "discurso del Gran Maestro", marcó su época. [68]
En ese discurso la Masonería fue datada desde "la intima asociación de la orden
con los Caballeros de San Juan de Jerusalén" durante las Cruzadas; y se dijo que
las "antiguas logias de Escocia" habían conservado la Masonería genuina, perdida
por las inglesas. Poco después de 1750, sin embargo, y dado que la practica de
ciencias ocultas fue atribuida a los Templarios, su sistema fue fácilmente
adaptable a toda clase de propósito Rosacruz y a prácticas tales como la
alquimia, la magia, la cábala, el espiritismo, y la necromancia. La supresión de
la orden con la historia del Gran Maestro Jacques de Molay y su pretendido
renacimiento en la Masonería, reproducido en la leyenda de Hiram, representando
la caída y la resurrección del justo o la supresión y la restauración de los
derechos naturales del hombre, se adaptaba admirablemente con ambos sistemas,
cristiano y revolucionario, de los grados elevados. Los principales sistemas
Templarios del siglo XVIII fueron el sistema de la "Estricta Observancia",
organizado por el estafador Rosa y propagado por el entusiasta von Hundt; y el
sistema sueco, constituido por los grados franceses y escoceses en Suecia.
En ambos sistemas se prometía obediencia a superiores desconocidos. Se supuso
falsamente que la cabeza suprema de estos sistemas Templarios, que eran rivales
entre si, fue el impostor Jacobino, Charles Edward, quien declaró en 1777, que
nunca había sido un Masón. [69] Casi todas las logias de Alemania, Austria,
Hungría, Polonia, y Rusia estuvieron, en la segunda mitad del siglo XVIII,
envueltas en la disputa entre estos dos sistemas. En las logias de Francia y
otros países [70] la admisión de mujeres a las reuniones de las logias
ocasionaron una inmoralidad escandalosa. [71] El espíritu revolucionario se
manifestó muy pronto en la Masonería francesa. Ya en 1746 en el libro "La Franc-Maçonnerie,
écrasée", un experto ex-Masón, quien, siendo Masón, había visitado muchas logias
en Francia e Inglaterra, y consultado encumbrados masones con cargos oficiales,
describió como el verdadero programa Masón un programa que, según Boos, el
historiador de La Francmasonería (pág. 192), en grado asombroso coincide con el
programa de la gran Revolución francesa de 1789. En 1776 este espíritu
revolucionario fue llevado a Alemania por Weisshaupt por medio de un sistema
conspirador, que pronto se extendió por todo el país. [72] Charles Augustus de
Saxe-Weimar, el Duque Ernest de Gotha, el Duque Ferdinand de Brunswick, Goethe,
Herder, Pestalozzi, etc., son mencionados como miembros de esta orden de
Illuminati. Muy pocos miembros, sin embargo, fueron iniciados en los más altos
grados. Los Illuminati franceses incluían a Condorcet, el Duque de Orleans,
Mirabeau y Sieyès. [73] Después del Congreso de Wilhelmsbade (1782) se hicieron
reformas en Alemania y en Francia. Los principales reformadores alemanes, L.
Schröder (Hamburg) e I.A. Fessler, trataron de restaurar la sencillez y pureza
originales. El sistema de Schröder es de hecho practicado por la Gran Logia de
Hamburgo, y un sistema modificado (Schröder-Fessler) por la Gran Logia Real York
(Berlín) y la mayoría de las logias de la Gran Logia de Bayreuth y Dresden. Las
Grandes Logias de Frankfort-on-the-Main y Darmstadt practican un ecléctico
sistema basado en el ritual inglés. [74] Exceptuando a la Gran Logia York Real,
que tiene "Orientaciones Internas" y una "Orientación más profunda" escocesas,
las otras rechazan los altos grados. La más grande Gran Logia de Alemania, la
Nacional (Berlín), practica un sistema escocés corregido (Observancia Estricta)
de siete grados y el "Landes Grossloge" y sistema sueco de nueve grados. El
mismo sistema es practicado por las Grandes Logias de Suecia, Noruega, y
Dinamarca. Estos dos sistemas aun declaraban que la Masonería es una institución
cristiana y, como la Gran Logia York Real, se negaban a iniciar judíos. Findel
dice que la razón principal es para evitar que la Masonería sea dominada por
gente cuyos fuertes apegos raciales son incompatibles con el carácter
no-sectario de la institución. [75]
El principal sistema en los Estados Unidos (Charleston, Carolina del Sur) es el
llamado Antiguo y Aceptado Rito escocés, organizado en 1801 sobre la base del
Rito francés escocés de perfección, que fue establecida por el Consejo de los
Emperadores de Este y Oeste (París, 1758). Este sistema, que se propagó por todo
el mundo, puede considerarse como el tipo revolucionario de la Masonería
Templaria francesa, que lucha por los derechos naturales del hombre en contra de
los despotismos religiosos y políticos, simbolizados por la tiara papal y una
corona real. Se esfuerza por ejercer una influencia preponderante sobre las
otras organizaciones Masónicas, dondequiera que se establezca. Esta influencia
le es garantizada por los sistemas Gran Oriente de los países latinos; se
resiente aun en Gran Bretaña y Canadá, donde los jefes supremos de gremios de la
Masonería son también, en general, miembros prominentes de los Consejos Supremos
del Rito escocés. Había, en 1908, veintiséis Consejos Supremos universalmente
reconocidos del Antiguo y Aceptado Rito escocés: EE.UU. de América: Jurisdicción
del sur (Washington), establecida en 1801; Jurisdicción del norte (Boston),
1813; República Argentina (Buenos Aires), 1858; Bélgica (Bruselas), 1817; Brasil
(Río de Janeiro), 1829; Chile (Santiago), 1870; Colon, para las Islas de la
India Occidental (La Habana), 1879; Colombia (Cartagena); República Dominicana
(S. Domingo); Inglaterra (Londres), 1845; Egipto (Cairo), 1878; Francia (París),
1804; Grecia (Atenas), 1872; Guatemala (para Centroamérica), 1870; Irlanda
(Dublín), 1826; Italia (Florencia), 1858; México 1868); Paraguay (Asunción);
Perú (Lima), 1830; Portugal (Lisboa), 1869; Escocia (Edinburgo), 1846; España
(Madrid), 1811; Suiza (Lausana), 1873; Uruguay (Montevideo); Venezuela
(Caracas). Consejos Supremos no universalmente reconocidos existían en Hungría,
Luxemburgo, Nápoles, Palermo, Roma, Turquía. Los fundadores del rito, para darle
un gran esplendor, inventaron la fábula de que Federico II, Rey de Prusia, fue
su verdadero fundador, y esta fábula, bajo la autoridad de Pike y Mackey, se
mantenía todavía como probable en la edición de la "Enciclopedia" de Mackey
(1908). [76]
V. ORGANIZACION Y ESTADÍSTICAS
La característica distintiva de organización de la Masonería especulativa es el
sistema de la Gran Logia fundado en 1717. Cada Gran Logia regular o Consejo
Supremo en el sistema escocés, o Gran Oriente en el sistema mixto, constituye
una organización soberana e independiente con poderes legislativo, judicial y
ejecutivo. Se compone de las logias o organizaciones inferiores de su
jurisdicción o de sus representantes reunidos de modo regular y de los grandes
oficiales elegidos. Una logia debidamente constituida ejerce la misma autoridad,
pero en una esfera más restringida. Los oficiales indispensables de una logia
son el Maestro Adorador [77] el Guardián Mayor y Menor, y el Tejador. El maestro
y los guardianes son normalmente auxiliados por dos diáconos y dos mayordomos
para el trabajo ceremonial y social y por un tesorero y un secretario. Muchas
logias tienen un Capellán para las ceremonias y discursos religiosos. Los mismos
oficiales en mayores cantidades y con rimbombante títulos (Gran Maestro Muy
Adorador, Soberano Gran Comandante, etc.) existen en las Grandes Logias. Como
los gastos de los miembros son fuertes, sólo personas ricas pueden permitirse el
pertenecer a la fraternidad. Se restringe además el número de candidatos por
prescripciones con relación a sus cualidades morales, intelectuales, sociales y
físicas, y por una reglamentación que exige la unanimidad de votos secretos para
su admisión. Así que, contrariamente a su pretendida universalidad, La
Francmasonería parece ser una sociedad muy exclusiva, tanto así que es una
sociedad secreta, cerrada al mundo profano del común de los mortales. "La
Francmasonería", dice la "Keystone" ("Piedra Angular") de Filadelfia [78]
"no tiene derecho a ser popular. Es una sociedad secreta. Es para los pocos, no
para los muchos, para los escogidos, no para las masas."
En la práctica, en verdad, las prescripciones acerca de los dones intelectuales
y morales no son rigurosamente obedecidas:
"Cantidad se admiten . . . cuyo único objetivo es hacer de su membresia un medio
para promover su interés pecuniario". [79]
"Hay un numero considerable de nuevo, que aprecia La Francmasonería únicamente
por las reuniones sociables que le son atribuidas."
"De nuevo he oído hombres que dicen abiertamente, que se habían afiliado para
tener acceso a cierta clase de individuos, como asunto de negocios, y que fueron
obligados a hacerlo porque cada quien así lo hacía. Además hay un gran numero
que se afilian por curiosidad o tal vez, porque alguien en una posición por
encima de ellos es masón."
"Muy semejante a esto es esa clase de individuos que desean una asociación
simpática". [80]
"En la Masonería encuentran los medios de tener fácil acceso a una sociedad, que
se les niega por convenciones sociales. Tienen riqueza pero ni el nacimiento ni
la educación que les permitan ser elegibles para relaciones corteses y
distinguidas."
"El negocio nunca esta ausente de sus palabras y actos."
"El cuerpo Masónico incluye un gran número de publicanos." [81]
De la regla Masónica -- amor fraterno, ayuda, y verdad -- son seguramente las
dos primeras, especialmente tal como se entienden en el sentido de ayuda mutua
en todas las emergencias de la vida, las principales razones de adhesión para la
mayor parte de los candidatos. Esta asistencia mutua, simbolizada sobre todo por
los cinco puntos de confraternidad y el "gran saludo en señal de desgracia" del
tercer grado, es una de las características fundamentales de la Francmasonería.
Por su juramento el Maestro Masón se compromete a mantener y sostener los cinco
puntos de confraternidad de hecho así como de palabra, i.e., asistir a todo
Maestro Masón en cada ocasión según sus facultades, y en especial cuando haga la
señal de desgracia. En Duncan, "Ritual americano" (229), el Archi-Masón Real
jura incluso:
Ayudaré a un compañero Archi-Masón Real, cuando lo vea metido en cualquier
dificultad y tomaré su causa para liberarlo del problema tenga o no razón.
Es un hecho atestado por hombres experimentados de todos países que, dondequiera
que la Masonería es influyente, los no-masones sufren en sus intereses por la
preferencia sistemática que masones se dan el uno al otro en nombramientos a
cargos y empleos. Incluso Bismarck [82] se quejó de los efectos de esta ayuda
Masónica mutua, que es perjudicial asimismo para la igualdad cívica que para los
intereses públicos. En libros y revistas Masones, los actos ilícitos y
traicioneros, ejecutados para prestar esta ayuda mutua, son recomendados y
alabados como una gloria de La Francmasonería. "Las mismas leyes inexorables de
la guerra", dice el orador oficial del Gran Oriente de Francia, Lefèbvre
d'Aumale [83] "tienen que doblegarse delante de La Francmasonería, lo que es
quizás la demostración más notable de su poder. Una señal bastó para detener la
matanza; los combatientes tiraron sus armas, se abrazaron el uno al otro
fraternalmente y se volvieron enseguida amigos y Hermanos como sus juramentos lo
prescriben", y el "Handbuch" [84] lo declara: "esta señal ha tenido efectos
benéficos, particularmente en tiempos de guerra, cuando frecuentemente aplaca a
los más acerbos enemigos, de manera que escuchan la voz del humanismo y se dan
ayuda mutua en lugar de matarse el uno al otro". [85] Incluso la ampliamente
propagada sospecha, de que a veces la justicia es frustrada y criminales Masones
son salvados de un merecido castigo, no se puede estimar infundada. La dicha
práctica de ayuda mutua es tan reprensible que los mismos autores Masones [86]
la condenan severamente. "Si", dice el Hermano Marbach (23), "La Francmasonería
pudiera verdaderamente ser una asociación, e incluso una secreta, de hombres de
los más diversos rangos de la sociedad, ayudándose y promoviéndose el uno al
otro, sería una asociación inicua, y los policías no tendrían deber más urgente
que el exterminarla."
Otra característica de la ley Masónica es que "traición" y "rebelión" en contra
de la autoridad civil son declaradas sólo como crímenes políticos, que no
afectan la buena reputación de un Hermano más que la herejía, y no proporcionan
ninguna razón para un juicio Masónico. [87] La importancia que la Masonería
atribuye a este punto se manifiesta por el hecho de que se publica en el
Artículo II de los "Antiguos Cargos", que define los deberes de un Francmasón
con respecto a las autoridades Estatales y civiles. Comparado con el mandato
correspondiente de las constituciones "góticas" de la masonería operativa, no es
nada menos ambiguo que el Artículo I acerca de Dios y de la religión. Las
antiguas Constituciones góticas cándidamente ordenaban: "Asimismo serás fiel
vasallo del Rey sin traición ni mentira y que no conocerás traición sin
enmendarla, si puedes, sino advertirás de ella al Rey o a su consejo". [88] El
segundo artículo de La Francmasonería moderna especulativa (1723) dice:
De los magistrados civiles, supremos y subordinados. Un Masón es un pacífico
sujeto de las Autoridades Civiles, dondequiera que reside o trabaja, y nunca
tendrá nada que ver con Complots ni Conspiraciones en contra de la paz y el
bienestar de la Nación, ni se comportara de manera indebida con los Magistrados
subalternos; Porque la Masonería siempre ha sido perjudicada por la Guerra, el
derramamiento de sangre y la Confusión, los antiguos Reyes y Príncipes han sido
muy bien dispuestos a alentar a los masones, debido a su Pacifismo y Lealtad,
con lo que prácticamente contestaron a las Criticas de sus adversarios y
promovieron el Honor de la Fraternidad, que siempre floreció en Tiempos de Paz.
De manera que si un Hermano pudiera Rebelarse en contra del Estado, su Rebelión
no se debe aprobar, pero se le debe tener lastima como a un hombre infeliz; y,
si no se le declara culpable de ningún otro Crimen, sin embargo, la fiel
Hermandad tiene que y debe repudiar su Rebelión, y no debe tener resentimiento
ni Razón de Envidias políticas hacia el Gobierno por el momento; no pueden
expulsarlo de la Logia y su Relación a con ella es inabrogable.
Así que la rebelión, según la Masonería especulativa moderna, es sólo
desaprobada cuando se conspira contra la paz y el bienestar de la nación. La
hermandad debe rechazar la rebelión, pero sólo para preservar a la fraternidad
de problemas por parte de las autoridades civiles. Un hermano, por tanto,
culpable de rebelión no puede ser expulsado de la logia; Por el contrario, sus
compañeros masones están particularmente obligados a compadecerse de él en su
infortunio cuando él (en prisión o frente a las cortes) tenga que sufrir de las
consecuencias de su rebelión, y le darán fraternal ayuda tanto como puedan. La
Francmasonería misma como organización es muy pacífica y leal, pero no
desaprueba; al contrario, alaba aquellos hermanos que por amor de la libertad y
del bienestar nacional complotan con buen éxito en contra de monarcas y otros
gobernantes despóticos, aun cuando, como asociación de utilidad pública exija
privilegios y protección de los reyes, príncipes, y otros altos dignatarios para
el éxito de su obra pacífica. "La lealtad a la libertad", dice "la Crónica del
Francmasón" [89] "pasa por encima de todas las otras consideraciones". La
sabiduría de esta reglamentación, observa Mackey [90] "será evidente cuando
consideremos que, si la traición o la rebelión fueran crímenes masones, casi
cada masón en las Colonias Unidas, en 1776, habría sido sometido a expulsión y
cada Logia a la confiscación de su autorización por las Grandes Logias de
Inglaterra y Escocia, bajo cuya jurisdicción estaban en ese momento."
Un engañoso refrán es "Masón una vez, Masón siempre". Esto a menudo se
interpreta como que "el vínculo Masónico es indisoluble, y que no hay ninguna
remisión de sus consecuencias" [91] o "Obligaciones" [92] que ni siquiera la
muerte puede cortar la unión de un Masón con la Francmasonería. [93] Pero
indudablemente un Masón tiene el "derecho de demisionar" [94] y este derecho,
cualquiera que sea la opinión de la jurisprudencia Masónica y según los derechos
naturales e inalienables del hombre, se extiende hasta un retiro completo no
sólo de la logia sino también de la hermandad. En la escala de penas Masónicas,
la "expulsión" es la más grave. [95] Además de aquellos que han sido expulsados
o que han renunciado hay muchos masones "no afiliados" que han cesado de ser
miembros "activos" de una logia, pero, según la ley Masónica, la cual, por
supuesto, no puede obligar más que de lo que esta autorizada por las reglas
generales de la moralidad, quedan sujetos a la logia dentro de la jurisdicción
de la cual ellos residen.
Sobre la unidad, las autoridades Masónicas unánimemente afirman que la
Francmasonería en todo el mundo es una sola, y que todos los francmasones
constituyen en realidad una sola logia; que las diferentes logias existen sólo
por conveniencia, y que por consiguiente todo Masón regular tiene derecho a ser
recibido en toda logia regular del mundo como un hermano, y, en caso de que esté
en apuros, a que se le ayude. El buen entendimiento entre masones de diferentes
países es favorecido por las relaciones personales y por la correspondencia,
especialmente entre las oficinas de los grandes secretarios, y por los congresos
internacionales [96] que llevaron al establecimiento, en 1903, de una oficina
permanente internacional en Neuchâtel, Suiza. [97] No hay ninguna Gran Logia
general o dirección de la Francmasonería, aunque varios intentos se han hecho en
casi cada uno de los más grandes estados o países para establecer una.
Disensiones incesantes entre sistemas y Cuerpos Masónicos son características de
la Francmasonería en todos los países y épocas. Pero la unidad federal de la
Francmasonería basta para demostrar una verdadera solidaridad entre masones y
Cuerpos Masónicos en todo el mundo; De donde viene la acusación de complicidad
en las maquinaciones que algunos de ellos tienen. Esta solidaridad es
públicamente reconocida por autoridades Masónicas. Pike, por ejemplo, escribe
[98]
Cuando el periódico en Londres que habla de la Francmasonería de la Gran Logia
de Inglaterra, con menosprecio protestó que la Francmasonería inglesa era
inocente de las acusaciones proferidas por la Bula Papal (Encycl. 1884) contra
la Francmasonería, cuando declaró que la Francmasonería inglesa no tenía ninguna
opinión política ni religiosa, y que ni en el menor grado simpatizaba con las
permisivas opiniones ni con las extravagantes declaraciones de una fracción de
la Francmasonería Continental, recibió muy justamente y de manera muy
concluyente un jaque mate por los Organos Romanos con la respuesta, 'le es
inútil protestar. Ustedes son francmasones y usted los reconocen como
francmasones. Ustedes les dan aprobación, estímulo y apoyo y son responsables
junto con ellos y no pueden evitar esa responsabilidad'.
Ya que estadísticas exactas no siempre se tienen y que los métodos de
enumeración difieren en los diferentes países, las cantidades totales sólo
pueden ser aproximadas. Por eso en la mayoría de las logias de los Estados
Unidos sólo los Maestros (tercer grado) son contados, mientras que en otros
países se suman los aprendices y los compañeros. Hay además muchos masones no
afiliados (que han cesado de ser miembros de una logia) que no se incluyen. Se
estima su número a dos tercios del de los masones activos. En Inglaterra un
Masón puede actuar como miembro de varias logias. Confirmando nuestra
declaración acerca de los miembros activos de los Cuerpos estrictamente
Masónicos, que en calendarios y libros del año están registrados como tales,
podemos, según fuentes recientes y fidedignas [99] estimar la situación actual
de la Francmasonería como sigue (alrededor de 1900): Grandes Orientes, Grandes
Logias, Consejos Supremos, y otros G. Cuerpos escoceses, 183; logias 26,500;
masones, aproximadamente 2,000,000; el número de los Grandes Capítulos del Arco
Real es: en los Estados Unidos 2968 capítulos subordinados, bajo un Gran
Capítulo General; Inglaterra, 46 Grandes Capítulos con 1015 capítulos
subordinados; Colonias inglesas y centros Masónicos extranjeros, 18 Grandes
Capítulos con 150 capítulos subordinados. El censo de la masonería de gremio es
como sigue:
Gran Bretaña y Colonias (excluyendo a Canadá): 4.670 logias; 262.651 miembros
Canadá: 727 logias; 60.728 miembros
Estados Unidos (Blanco): 12.916 logias; 1.203.159 miembros
Estados Unidos (de color): 1.300 logias; 28.000 miembros
Países latinos: 2.500 logias; 120.000 miembros
Otros países europeos: 771 logias; 90.700 miembros
Africa: 53 logias; 2.150 miembros
Total: 22.937 logias; 1.767.388 miembros
VI. TRABAJO INTERNO DE LA FRANCMASONERIA:
SIMBOLISMO MASONICO Y JURAMENTOS
"Del principio al fin", dice Pike [100] "la Masonería es trabajo". El "trabajo"
Masónico, propiamente dicho, es el trabajo ritual interno secreto por el que los
Masones se hacen y son educados para el trabajo externo, que es acción para el
bienestar de la humanidad según los principios Masónicos. Los Masones son hechos
por las tres ceremonias de iniciación (primer grado), pasaje (segundo grado), y
crecimiento (tercer grado). Los símbolos exhibidos en estas ceremonias y
explicados de acuerdo a los principios Masónicos y a las indicaciones verbales
dadas en los rituales y en las conferencias de los tres grados, constituyen el
manual de instrucción Masónica. La educación así empezada se completa por la
vida total de la logia, en la que se aconseja a cada Masón el tomar una parte
activa, asistiendo regularmente a las reuniones de la logia, aprovechando, según
su habilidad, los medios que la Masonería le ofrece, perfeccionándose en
conformidad con los ideales Masónicos, y contribuyendo a las discusiones de
temas Masónicos y a un buen gobierno de la logia, que se representa como un
modelo del gobierno de la sociedad en general. La logia debe ser un tipo del
mundo [101] y los masones tienen la intención de tomar parte en la regeneración
de la raza humana. [102] "El simbolismo de la Francmasonería", dice Pike en una
carta a Gould del 2 de diciembre de 1888 [103] "es el alma misma de la
Masonería." Y Boyd, el Gran Orador de Missouri, confirma: "es del principio al
fin, símbolo, símbolo, símbolo". [104]
Las principales ventajas de este simbolismo, que no es particular a la
Francmasonería sino que se refiere a los misterios y doctrinas de todas las
edades y de todos los factores de la civilización, es el siguiente: (1) Siendo
adaptable a todas las opiniones posibles, doctrinas, y gustos, atrae al
candidato y fascina al iniciado. (2) conserva la unidad no-sectaria de la
Francmasonería a pesar de diferencias profundas de religión, raza, sentimiento
nacional, y tendencias individuales. (3) resume la sabiduría teórica y práctica
de todas las edades y naciones en un idioma universalmente inteligible. (4)
entrena al Masón a considerar las instituciones existentes, religiosas,
políticas, y sociales, como fases pasajeras de la evolución humana y a descubrir
por su propio estudio las reformas que se deben realizar en nombre del progreso
Masónico, y los medios para realizarlas. (5) le enseña a ver en las doctrinas y
dogmas predominantes tan sólo las concepciones subjetivas o los símbolos
cambiantes de una verdad universal más profunda en el sentido de los ideales
Masónicos. (6) permite a la Francmasonería disimular sus verdaderos propósitos
de los profanos, e incluso de aquellos de entre los iniciados que son incapaces
de apreciar esos objetivos, como la Masonería se propone. "La Masonería", dice
Pike, " oculta celosamente sus secretos e intencionalmente lleva al error a los
intérpretes presumidos". [105] "Parte de los Símbolos son mostrados . . . al
Iniciado, pero es intencionalmente engañado con interpretaciones falsas". [106]
"Los iniciados son pocos aunque muchos oyen el Thyrsus". [107] "El significado
de los Símbolos no se descubre enseguida. Les damos sólo indicaciones generales.
Debe descubrir el significado profundo y misterioso por sí mismo". [108] "es
para cada uno de los Masones el descubrir el secreto de la Masonería por la
reflexión en sus símbolos y por una sabia consideración de lo que es dicho y
hecho en el trabajo". [109] "El grito universal en todo el mundo Masónico", dice
Mackey [110] "es por la luz; nuestras logias de ahora en adelante serán
escuelas, nuestra labor será estudiar, nuestro sueldo será aprender; los tipos y
símbolos, los mitos y alegorías de la institución empiezan apenas a investigarse
con referencia al significado fundamental y los Francmasones ahora comprenden
completamente la tan frecuentemente citada definición, que la Masonería es una
ciencia de moralidad oculta en alegorías e ilustrada por símbolos."
Los símbolos Masónicos pueden y son interpretados en sentidos diferentes.
Eclesiásticos ortodoxos anglicanos trataron todo el simbolismo del Antiguo y
Nuevo Testamentos en relación con el simbolismo del Templo de Salomón como un
simbolismo Masónico y a la Masonería como a la "sirvienta de la religión" [111]
que, "en casi todas partes de cada grado se refiere distinta y plenamente a un
Salvador crucificado". [112] Muchos autores Masónicos en los países latinos
[113], y algunos de los principales autores angloamericanos [114], declaran que
el simbolismo Masónico en su original y apropiado sentido se refiere sobre todo
al culto solar y fálico de los antiguos misterios, sobre todo los egipcios.
[115] "es en los símbolos antiguos y su significado oculto", dice Pike [116]
"que los verdaderos secretos de la Francmasonería consisten. Éstos deben revelar
su naturaleza y propósitos verdaderos". En conformidad con esta regla de
interpretación, la letra G en el símbolo de Gloria (Estrella Resplandeciente) o
la Gamma griega (cuadrado), resumiendo a toda la Masonería es normalmente
explicada con el significado de "generación"; la letra inicial del tetragramaton
(Yahweh) y el nombre completo se explican como un principio macho o
macho-hembra. [117] Con el mismo sentido, según la antigua interpretación, se
explican las dos columnas Boaz y Jachin; la Rosacuz (una cruz con una rosa en el
centro); el punto dentro del círculo; el "vesica piscis", el bien conocido
símbolo del Salvador; el triple Tau; Sol y Luna; Hiram y Cristo (Osiris); el
ataúd; la Cámara Media y aun el Sancta Sanctorum, como adyta o las más santas
partes de cada templo, normalmente contenían horribles objetos de culto fálico.
[118]
Puesto que los masones, incluso en sus conferencias oficiales y rituales,
generalmente reivindican un origen egipcio del simbolismo Masónico y una íntima
"afinidad" de "los usos y costumbres Masónicos con aquellos de los Antiguos
Egipcios" [119] tales interpretaciones se han de considerar oficialmente
autorizadas. Pike dice, además, que "casi cada uno de los símbolos Masónico
antiguos" tiene "cuatro significados distintos, como si uno estuviera dentro del
otro, el significado moral, político, filosófico y espiritual". [120] Desde el
punto de vista político Pike, con muchos otro Masones Escoceses angloamericanos,
interpreta todo simbolismo Masónico en el sentido de una lucha sistemática
contra toda clase de "despotismo" político y religioso. Hiram, Cristo, Molay se
ven tan sólo como representantes de la "Humanidad" los "Apóstoles de Libertad,
Igualdad, Fraternidad". [121] La Cruz (un cuadrado doble o cuádruple) no es
"ningún símbolo específicamente cristiano", "para todos nosotros es un emblema
de la Naturaleza y de la vida Eterna; de ellos sólo deje que cada quien diga por
sí mismo". [122] La Cruz X (Cristo) fue el Signo de la Sabiduría Creadora o
Logos, el Hijo de Dios. Mithraism marco a sus soldados en la frente con una
cruz, etc. [123] I.N.R.I., la inscripción en la Cruz, Masónicamente dice: "Igne
Natura Renovatur Integra". La regeneración de la naturaleza por la influencia
del sol simboliza la regeneración espiritual de la humanidad por el fuego
sagrado (verdad y amor) de la Masonería, como una institución completamente
naturalista. [124] "El primer asesino de Hiram es la Realeza que es el ejemplo
típico de la tiranía", golpeando "con su regla de hierro a la garganta de Hiram
y haciendo de la libertad de palabra una traición". El segundo asesino es el
Pontificado (Papado) "apuntando el cuadrado de acero al corazón de la víctima".
[125] Cristo agonizando en el Calvario es para la Masonería "el más grande entre
los apóstoles de la Humanidad, desafiando el despotismo romano y el fanatismo e
intolerancia del sacerdocio". [126] Bajo el símbolo de la Cruz, "las legiones de
la libertad marcharán a la victoria". [127]
El Kadosh (decimotercer grado), pisoteando la tiara papal y la corona real, se
destina a desahogar una justa venganza en estos "grandes criminales" por el
asesinato de Molay [128] y "como el apóstol de la verdad y de los derechos del
hombre" [129] librar a la humanidad "de la esclavitud del Despotismo y de la
Tiranía espiritual". [130] "En la mayoría de los rituales de este grado todo
respira venganza" en contra del "Despotismo" religioso y político. [131] Por eso
se dice que los símbolos Masónicos "resplandecen de ideas, que deben penetrar el
alma de cada Masón y ser claramente reflejados en su carácter y comportamiento,
hasta que llegue a ser una columna de fortaleza para la fraternidad". [132] "no
hay ni una iota del Ritual Masónico", agrega la "Voice" de Chicago, "que este
vacío de significado". [133] Estas interpretaciones, es verdad, no han sido
adoptadas oficialmente por los ritos angloamericanos del gremio; pero aparecen
como totalmente autorizados, aunque no los únicos autorizaron ni siquiera por su
sistema ni por los dos primeros artículos de los "Antiguos Cargos" (1723), que
contienen la ley fundamental de la Francmasonería. Acerca del carácter
no-sectario de la masonería y de su simbolismo, Pike justamente comenta: "La
Masonería no propaga ninguna creencia, excepto la suya propia muy sencilla y
sublime enseñada por la Naturaleza y la Razón. Nunca ha habido una falsa
Religión en el mundo. La única revelación universal permanente esta escrita en
la Naturaleza visible y es explicada por la Razón y completada por las sabias
analogías de la fe. No hay mas que una religión verdadera, un dogma, una
creencia legítima". [134] Por consiguiente, también, la Biblia como un símbolo
Masónico, se interpreta como un símbolo del Libro de la Naturaleza o del Código
de la razón y conciencia humanas, mientras que los dogmas, cristianos y otros,
no tienen para la Francmasonería sino la importancia de símbolos cambiantes que
cubren la única verdad permanente, de la que las "Ciencia" y "Artes" Masónicos
son una "revelación progresiva", y su aplicación. [135]
Se debe notar, que la gran mayoría de los Masones están lejos de ser "iniciados"
y "se arrastran en la oscuridad egipcia". [136] "La masonería de los grados más
altos", dice Pike [137] "enseña las grandes verdades de la ciencia intelectual;
pero acerca de estos, así como de los rudimentos y primeros principios, la
masonería Azul es completamente ignorante. Sus dramas parecen tener la intención
de enseñar la resurrección del cuerpo". "La pretendida posesión de secretos
misteriosos, ha permitido a la masonería Azul de contar sus iniciados por
decenas de millares. Nunca fue ninguna pretensión a la posesión de conocimientos
misterioso tan sin fundamento y tan absurda como la de los Grados del Capítulo
del Arco Azul y Real". [138] "La parodia de Cristiandad de la Masonería Azul la
hizo simplemente una emasculada e impotente sociedad con grandes y resonantes
pretensiones y escasos resultados. Y, aún así, sus multitudes adhieren a ella,
porque la iniciación es una necesidad del Alma Humana; y porque instintivamente
anhela la unión de los muchos bajo el mando de una única voluntad, en cosas
espirituales así como en cosas temporales, por una Jerarquía y un Monarca".
[139] "Debe el Adepto entender el significado de los Símbolos [140] y Oliver
declara: "Hermanos, de rango y cargo elevados, desconocen a menudo los
principios elementales de la ciencia". [141] Masones, "pueden haber sido
Maestros de la Cátedra por cincuenta años y aun no haber aprendido el secreto de
la Hermandad. Este secreto es, en su propia naturaleza, invulnerable; para el
Masón que ha llegado a conocerlo, que sólo podía haberlo supuesto y ciertamente
no haberlo recibido de nadie; lo ha descubierto, porque ha estado en la logia,
marcado, aprendido e interiormente digerido. Cuando llega al descubrimiento, él
incuestionablemente, lo guarda para sí mismo, sin comunicarlo ni aun a su
Hermano más íntimo, porque, si esta persona no tiene la capacidad para
descubrirlo por si mismo, querría asimismo la capacidad para utilizarlo, si lo
recibiera verbalmente. Por esta razón será para siempre un secreto". [142]
En vista del hecho de que los secretos de la Masonería son desconocidos de la
mayoría de los masones, los juramentos de secreto tomados sobre la Biblia son de
lo más sorprendente e injustificable. El juramento, por ejemplo, del primer
grado es como sigue: "Yo, en la presencia del Gran Arquitecto del Universo, . .
. por la presente y sobre esto solemne y sinceramente juro, que esconderé
siempre, encubriré y nunca revelare ninguna parte o partes, ningún punto o
puntos de los secretos o misterios de o pertenecientes a los Libres y Aceptados
Masones en la Masonería que se me hubieran dado a conocer hasta este momento,
que se me den a conocer ahora o que puedan en cualquier momento futuro serme
comunicados" etc. "Estos varios puntos que solemnemente juro observar bajo pena,
no menor, de que me corten la garganta y la lengua de raíz y de que mi cuerpo
sea enterrado en las arenas del mar", "o el castigo aun más eficaz de ser
estigmatizado como un individuo deliberadamente perjuro, vacío de todo valor
moral". "Así que Dios me ayude", etc. Juramentos semejantes, excepto con
castigos aun más severos, se toman en los grados superiores. Los contenidos
fundamentales de las promesas son según Pike: decimoctavo grado: "Me comprometo
y garantizo que sostendré siempre, que corresponde a la Masonería el enseñar las
grandes verdades no-sectarias, que no pertenecen exclusivamente a ninguna
religión y reconozco que no tengo el mas mínimo derecho para exigir de otros que
acepten ninguna interpretación particular de los símbolos Masónicos, que I les
atribuya en virtud de mis creencias personales. Me obligo y solemnemente
garantizo que respetare y sostendré por todos los medios y bajo cualquier
circunstancia la Libertad de Expresión, la Libertad de Pensamiento y la Libertad
de Conciencia en temas religiosos y políticos". [143] Trigésimo Grado: A.-- "Yo
solemnemente y libremente juro obediencia a todas las leyes y reglamentos de la
Orden, cuya creencia será mi creencia, prometo obediencia a todos mis superiores
regulares. . . . Me comprometo a dedicarme, alma y cuerpo, a la protección de la
inocencia, a la defensa del derecho, a la derrota de la tiranía y al castigo de
toda infracción contra la ley de la Humanidad y los derechos del Hombre. . .
nunca, ni por interés ni por miedo, ni aun para salvar mi existencia, ni me
someteré ni sufriré ningún despotismo material, que pudiera esclavizar u oprimir
a la humanidad por la usurpación o el abuso del poder. Juro nunca someterme ni
tolerar ningún Despotismo intelectual, que pretenda encadenar o trabar el libre
pensamiento, etc." B. "Yo solemnemente juro consagrar mi vida a los fines de la
Orden de los Caballeros Kadosh, y cooperar lo mas eficazmente por todos los
medios prescritos por las autoridades constituidas de la orden para alcanzarlos.
Yo solemnemente juro y dedico a estos fines, mis palabras, mi energía, mi
fuerza, mi influencia, mi inteligencia y mi vida. Yo juro considerarme en
adelante y para siempre como el Apóstol de la Verdad y de los derechos del
hombre". C. "Yo me consagrare al máximo a traer el debido castigo sobre los
opresores, los usurpadores y los perversos; Me comprometo a nunca perjudicar a
un Caballero Kadosh, sea por palabra o por hecho. . .; juro que si lo encuentro
como enemigo en el campo de batalla, salvaré su vida, cuando me haga el Signo de
Auxilio, y lo libraré de prisión y cautiverio por tierra o por agua, aun al
riesgo de mi propia vida o de mi propia libertad. Me comprometo a defender el
derecho y la verdad aun por la fuerza y la violencia, si necesario y si
debidamente ordenado por mis superiores regulares". D. "Me comprometo a obedecer
sin titubeo cualquier orden que sea de mis Superiores regulares en la Orden".
[144]
VII. TRABAJO EXTERNO DE LA FRANCMASONERIA:
SUS REALIZACIONES, INTENCIONES Y MÉTODOS
El trabajo externo de la Francmasonería, aunque uniforme en su carácter
fundamental y sus líneas generales, varía considerablemente en diferentes países
y con distintos símbolos Masónicos. Propósitos "Caritativos" o "filantrópicos"
son perseguidos principalmente por las Masonerías inglesa, alemana y americana,
mientras que, prácticamente al menos, estos son descuidados por los Masones en
los países latinos, que están absortos en actividad política. Pero aun en
Inglaterra, donde se gastan, relativamente, las más grandes cantidades para
propósitos caritativos, la filantropía Masónica no parece ser inspirada por muy
altos ideales de generosidad y desinterés, por lo menos con respecto a la gran
mayoría de los hermanos; las contribuciones principales son hechas por unos
cuantos hermanos muy ricos y el resto por los acomodados. Por otra parte, en
todos los países son casi exclusivamente masones y sus familias quienes se
aprovechan de la caridad Masónica. La beneficencia Masónica hacia el mundo
"profano" es poco más que figurativa, consistiendo en la propagación y
aplicación de los principios Masónicos por los que los Masones fingen promover
el bienestar de la humanidad; y si los Masones, particularmente en los países
Católicos, de vez en cuando se dedican a trabajos caritativos como
ordinariamente se entiende, su objetivo es ganar simpatía y así hacer avanzar
sus verdaderos propósitos. En América del Norte, sobre todo en los Estados
Unidos, un aspecto característico del trabajo externo es la propensión a
exhibirse en la construcción de suntuosos "templos" Masónicos, en procesiones
Masónicas, en la pose de primeras piedras y la dedicación de edificios públicos
y aun de iglesias cristianas. Esta tendencia ha sido frecuentemente censurada
por escritores Masónicos. "¡La masonería de este continente se ha vuelto loca
yendo en pos del alto ranguismo y de los altos títulos. Les decimos a los
hermanos, que si no le ponen más atención al simbolismo puro, simple, bello de
la logia y menos al oropel, perifollos, fuego y plumas del Ritualismo y
Templarismo escoceses, el Gremio será sacudido hasta sus mismas fundaciones!"
"Que suene la alarma". [145] "Muchos masones han pasado por la ceremonia sin
ninguna inspiración; pero, en los desfiles públicos de las logias (incluso en
Inglaterra) se encuentran generalmente en la primera línea y en los banquetes
Masónicos no pueden ser igualados ni superados". [146]
Pero el objetivo verdadero de ambos trabajos, interno y externo, es la
propagación y aplicación de los principios Masónicos. El verdadera método
Masónico es, que la logia es el terreno común en el que hombres de diferentes
religiones y opiniones políticas, con tal de que acepten los principios
generales Masónicos, se pueden reunir; por tanto, no interfiere, directa ni
activamente, con la política de los partidos, pero excluye las discusiones
políticas y religiosas de las reuniones, dejando a cada Masón aplicar los
principios a los problemas de cada día. Pero este método es abiertamente
repudiado por la Masonería contemporánea en los países latinos y por muchos
Consejos Supremos del Antiguo y Aceptado sistema escocés, por la Gran Logia de
Hungría; el Gran Orienta de Bélgica, etc. fue y es prácticamente rechazado
también por la masonería alemana e incluso por la americana y la inglesa. Por
eso las logias Masónicas americanas, por lo menos, y abiertamente, así lo
reivindican algunos de los principales autores Masónicos, jugaron un papel
preponderante en el movimiento de independencia, las logias de los "Ancianos",
en general, promovieron este movimiento y las de los "modernos" se pusieron del
lado de la Gran Bretaña. [147] según la "Revista Masónica" la Francmasonería fue
instrumental en la formación de la Unión Americana (1776), reivindicando
cincuenta y dos [148] o incluso cincuenta y cinco [149] de los cincuenta y seis
"signatarios de la Declaración de Independencia como miembros de la Orden".
Otras publicaciones periódicas Masónicas, sin embargo, reivindican que sólo seis
de los signatarios [150] y sólo nueve de los presidentes de los Estados Unidos
eran francmasones. [151] En la Revolución francesa (1789) y en los movimientos
revolucionarios posteriores en Francia, Italia, España, Portugal, América
Central y del Sur, Cuerpos Masónicos, se dice, tomaron una parte más o menos
activa, como lo declaran prominentes representantes de las Grandes Logias en los
diferentes países y en muchos casos por historiadores imparciales "profanos".
[152] En Rusia también la Francmasonería, finalmente, llegó a ser una
"conspiración política" de asociaciones organizadas Masónicamente que cubrieron
el terreno.
Incluso con respecto a la más reciente Revolución Turca, parece cierto que el
Nuevo partido turco, que hizo y dirigió la Revolución, fue guiado por masones, y
que la masonería, sobre todo los Grandes Orientes de Italia y Francia, tuvieron
un papel preponderante en esta Revolución. [153] Dirigiendo estas obras, la
Francmasonería propaga principios que, lógicamente desarrollados, como se
muestra antes, son esencialmente revolucionarios y sirven de base para todo tipo
de movimientos revolucionarios. Dirigiendo a los Masones a descubrir por si
mismos reformas prácticas en conformidad con los ideales Masónicos y a trabajar
para su realización, fomenta en sus miembros, y a través de ellos en la sociedad
en general, el espíritu de innovación. Como una asociación aparentemente
inofensiva y aun caritativa, pero que es en realidad, por su secreto y ambiguo
simbolismo, sujeta a las más diversas influencias, proporciona en tiempos
críticos un refugio para la conspiración, y aun cuando sus logias no se
transformen ellas mismas en clubes de complots, los Masones son entrenados y
alentados a encontrar asociaciones nuevas para tales propósitos o a utilizar
asociaciones existentes. Por eso, la Francmasonería en el siglo XVIII, como un
aliado poderoso de la infidelidad, preparó la Revolución francesa. Se selló la
alianza de la Francmasonería con la filosofía, públicamente, por la iniciación
solemne de Voltaire, jefe de estos filósofos, el 7 de febrero de 1778, y su
recepción de la túnica Masónica del famoso materialista Hermano Helvetius. [154]
Antes de la Revolución, nacieron varias sociedades conspiradoras relacionadas
con la Francmasonería de la que se apropiaron sus formas y métodos; Illuminati,
clubes de Jacobinos, etc. Un número relativamente importante de los principales
revolucionarios fueron miembros de logias Masónicas, entrenados por la vida en
la logia para sus carreras políticas. Incluso el programa de la Revolución
expresado en los "derechos del hombre" fue, como antes se muestra, tomado de los
principios Masónicos, y su divisa: "Libertad, Igualdad, Fraternidad" es la
divisa misma de la Francmasonería. De la misma manera, la Francmasonería, junto
con los Carbonari, cooperaron en el movimiento revolucionario italiano del siglo
XIX. Casi todos los jefes prominentes y entre ellos Mazzini y Garibaldi, son
ensalzados por la Masonería como sus miembros más distinguidos. En Alemania y
Austria la Francmasonería, durante el siglo XVIII fue un poderoso aliado del
partido llamado de "Las Luces" (Aufklaerung), y del Josefinismo; durante el
siglo XIX de los partidos pseudo-Liberal y anticlerical.
Para apreciar debidamente la actividad de la Francmasonería en Alemania, Suecia,
Dinamarca e Inglaterra, y en Francia bajo el régimen Napoleónico, no se deben
descuidar las relaciones especiales entre la Francmasonería y las dinastías
reinantes. En Alemania dos terceras partes de los masones eron miembros de las
antiguas Grandes Logias Prusianas bajo el protectorado de un miembro de la
Dinastía Real, lo que implica un control severo de toda actividad de la logia en
conformidad con los objetivos del Gobierno. Así que los francmasones alemanas
son difícilmente capaces de una actividad independiente. Pero ellos
indudablemente fomentaron el movimiento por el que Prusia gradualmente llegó a
ser el principal estado de Alemania, considerado por ellos como el
"representante y el protector de la evolución moderna" en contra del
"Ultramontanismo", la "intolerancia", y las "usurpaciones Papales". También
promovieron el "Kulturkampf". El famoso jurisconsulto Masón, Gran Maestro
Bluntschli, fue uno de los principales agitadores en este conflicto; también
inspiró la "Kulturkampf" suiza. Por su instigación, la asamblea de la
"Federación de las Grandes Logias alemanas", con el objeto de aumentar la
actividad de la logia en el sentido de la "Kulturkampf", declaró, el 24 de mayo
de 1874: "es un deber profesional para las logias, el cuidar que los hermanos
lleguen a ser totalmente conscientes de las relaciones de la Francmasonería con
la esfera ética de la vida y con los propósitos culturales. Los Francmasones
están obligados a realizar los principios de la Francmasonería en la vida
práctica y a defender las fundaciones éticas de la sociedad humana, siempre que
sean atacados. La Federación de las Grandes Logias alemanas facilitará, que cada
año se propongan a todas las logias cuestiones de actualidad para discusión y
acción uniforme". [155] Los Francmasones alemanes harán incansables esfuerzos
para ejercer una firme influencia en la vida general de la nación, siguiendo los
principios Masónicos, manteniendo así una perpetua y silenciosa "Kulturkampf".
Los medios principales que emplearan serán las bibliotecas populares,
conferencias, la afiliación de asociaciones e instituciones afines, la creación,
donde sea necesario, de instituciones nuevas, a través de las cuales el espíritu
Masónico penetrara a la nación. [156] Una actividad semejante es desplegada por
los francmasones austríacos.
La organización principal que en Francia afianzó el éxito de la Francmasonería
fue la famosa "Liga de instrucción" fundada en 1867 por el Hermano F. Macé, que
posteriormente fue miembro del Senado. Esta liga afilió e implicó con su
espíritu a muchas otras asociaciones. La Masonería francesa y sobre todo el Gran
Oriente de Francia han desplegado la actividad más sistemática como el elemento
político dominante en la "Kulturkampf" francesa desde 1877. [157] De los
documentos oficiales de la Masonería francesa contenidos principalmente en el
"Boletín" oficial y en los "Compte-rendu" del Gran Oriente se ha demostrado que
todas las medidas anticlericales pasadas por el Parlamento francés fueron
decretadas de antemano en las logias Masónicas y ejecutadas bajo la dirección
del Gran Oriente, cuyo objetivo declarado es controlar todo y a todo mundo en
Francia. [158] "Yo dije en la asamblea de 1898", declara el diputado Massé,
orador oficial de la Asamblea de 1903, "que es el deber supremo de la
Francmasonería el interferir cada día más y más en las contiendas políticas y
profanas". "Éxito (en la lucha anticlerical) es en gran medida debido a la
Francmasonería; porque es su espíritu, su programa, sus métodos, que han
triunfado". "Si se ha establecido el Bloc, esto se debe a la Francmasonería y a
la disciplina aprendida en las logias. Las medidas que ahora tenemos que
acelerar son la separación de la Iglesia y del Estado y una ley sobre la
enseñanza. Confiemos en la palabra de nuestro Hermano Combes". "Por mucho tiempo
la Francmasonería ha sido simplemente la república oculta", i.e., el parlamento
y el gobierno secretos de la Francmasonería en realidad gobiernan Francia; el
Estado, el Parlamento y el Gobierno profanos simplemente ejecutan sus decretos.
"Somos la conciencia del país"; "somos cada año la campanilla fúnebre que
anuncia la muerte de un gabinete que no ha cumplido con su deber sino que ha
traicionado a la República; o somos su apoyo, diciendo alentadoramente en un
solemne momento: Le presento la voz del país. . . el satisfecit que usted desea,
o su reproche que mañana será sellado por su caída". "Requerimos vigilancia y
sobre todo confianza recíproca, si hemos de llevar a cabo nuestro trabajo, aún
no terminado. Este trabajo, usted sabe. . . el combate anticlerical, continua.
La República debe librarse a sí misma de las congregaciones religiosas,
hechandolas fuera con un enérgico golpe. El sistema de medias tasas es peligroso
en todas partes; el adversario debe ser aplastado de un solo golpe". [159] "Es
fuera de duda", declaró el presidente de la Asamblea de 1902, Hermano Blatin,
con respecto a las elecciones francesas de 1902, "que habríamos sido derrotados
por nuestros bien organizados adversarios, si la Francmasonería no se hubiera
extendido sobre todo el país". [160]
Junto con esta actividad política, la Francmasonería empleó contra sus
adversarios, fueran reales o supuestos, un sistema de espionaje y de falsas
acusaciones, cuya exposición provocó la caída del gabinete Masónico de Combes.
En verdad, todas las reformas "anticlericales" Masónicas llevadas a cabo en
Francia desde 1877, tales como la secularización de la educación, las medidas en
contra de las escuelas privadas cristianas y los establecimientos caritativos,
la supresión de las órdenes religiosas y la expoliación de la Iglesia, de manera
declarada culminaron en una reorganización anticristiana e irreligiosa de la
sociedad humana, no sólo en Francia sino en todo el mundo. Por eso la
Francmasonería francesa, siendo el abanderado de toda la Francmasonería,
pretende inaugurar la era de oro de la república Masónica universal, incluyendo
en la hermandad Masónica a todos los hombres y a todas las naciones. "La
victoria del Galileo", dijo el presidente del Gran Oriente, Senador Delpech, el
20 de septiembre de 1902, "ha durado veinte siglos. Pero ahora él muere a su
vez. La misteriosa voz, que anuncio (a Julián el Apóstata) la muerte de Pan, hoy
anuncia la muerte del impostor Dios que prometió una era de justicia y paz a
aquellos que creían en él. La ilusión ha durado mucho tiempo. El mentiroso Dios
desaparece ahora a su vez; muere para reunirse en el polvo de las edades con las
divinidades de India, Egipto, Grecia, y Roma, que vieron a muchas criaturas
postrarse delante de sus altares. Hermanos Masones, nos alegramos declarando que
no somos totalmente ajenos a este derrocamiento de los falsos profetas. La
Iglesia Romanista, fundada en el mito Galileo, empezó a deteriorarse rápidamente
desde el mismo día en el que se estableció la Asociación Masónica". [161]
La afirmación de los masones franceses: "somos la conciencia del país", no era
cierta. De las estadísticas oficiales se determinó, que en todas las elecciones
hasta 1906, la mayoría de los votos fueron en contra del Bloc Masónico, y aun el
resultado de 1906 no prueba que el Bloc, o masonería, en sus medidas y
propósitos anticlericales representaban la voluntad de la nación, ya que lo
contrario es evidente por muchos otros hechos. Mucho menos representa él la
"conciencia" de la nación. El hecho es, que el Bloc, en 1906, obtuvo una mayoría
tan sólo porque la mayor parte de esta mayoría votó en contra de su
"conciencia". Sin duda las reivindicaciones de la Francmasonería en Francia son
muy exageradas, y los éxitos que han obtenido son debidos principalmente al
rebajamiento de la tonalidad moral en la vida pública y privada, facilitado por
la desunión existente entre los católicos y por los serios errores políticos que
cometieron. Bastante semejante es el trabajo externo del Gran Oriente de Italia
que también pretende ser el porta estandarte de la Francmasonería en la lucha
laica de la luz y de la libertad Masónicas en contra de los poderes de "la
oscuridad espiritual y de la esclavitud", que se refieren por supuesto al
papado, y sueña con el establecimiento de un nuevo y universal imperio
republicano con una Roma Masónica, que reemplazara al imperio papal y Cæsareo,
como metrópolis. El Gran Oriente de Italia ha declarado frecuentemente que es
seguido entusiásticamente en esta lucha por la Francmasonería del mundo entero
y, sobre todo, por los centros Masónico de París, Berlín, Londres, Madrid,
Calcuta, Washington. [162] No ha sido contradicha ni por una sola Gran Logia en
ningún país, ni las alemanas ni otras Grandes Logias no rompieron de ningún modo
sus relaciones con ella a causa de su vergonzosa actividad política y anti-religiosa.
Pero aunque los objetivos de los masones italianos son quizás más radicales y
sus métodos más astuto que los de los franceses, su influencia política, debido
a la desigualdad de las condiciones sociales circundantes, es menos fuerte. Lo
mismo se puede decir de las Grandes Logias belga y húngara, que también
consideran al Gran Oriente de Francia como su modelo político.
Desde 1889, fecha del congreso Masónico internacional, reunido en París, los 16
y 17 de julio de 1889, por el Gran Oriente de Francia, se han hecho sistemáticos
y continuos esfuerzos para crear una unión más estrecha de la Francmasonería
universal con el fin de realizar eficaz y rápidamente los ideales Masónicos. Los
aliados especiales del Gran Oriente en esta tarea son: el Consejo Supremo y la
Gran Logia Simbólica de Francia y las Grandes Logias Masónicas de Suiza,
Bélgica, Italia, España, Hungría, Portugal, Grecia; Las Grandes Logias de
Massachusetts y de Brasil también fueron representadas en el congreso. El
programa seguido por el Gran Oriente de Francia, en sus líneas principales, dice
así: "La Masonería, que preparó la Revolución de 1789, tiene el deber de
continuar su trabajo". [163] Esta tarea se debe de cumplir por la aplicación
consistente, completa y estricta, de los principios de la Revolución a todos los
departamentos del orden religioso, moral, judicial, legal, político y social.
Como las reformas políticas necesarias están realizadas en la mayoría de sus
puntos esenciales, de aquí en adelante la aplicación consistente de los
principios revolucionarios a las condiciones sociales de la humanidad será la
tarea principal de la Masonería. La república social universal, en la que,
después del derrocamiento de toda clase de tiranía espiritual y política", de
los poderes dinásticos y "teocráticos" y de los privilegios de clase, reinara la
más grande libertad individual posible y una igualdad social y económica en
conformidad con los ideales Masónicos franceses, verdaderos objetivos finales de
esta labor social.
Los siguientes se consideran como los medios principales: (1) destruir
radicalmente, por la persecución abierta de la Iglesia o por un sistema
hipócrita y engañoso de separación entre el Estado y la Iglesia, toda influencia
social de la Iglesia y de la religión, insidiosamente llamada "clericalismo", y,
hasta donde sea posible, destruir a la Iglesia y toda verdadera, i.e., religión
sobrehumana, que vaya más allá de un incierto culto de la patria y de la
humanidad; (2) Laicizar o secularizar, por un igualmente hipócrita y engañoso
sistema de "no-sectarismo", toda vida pública y privada y, sobre todo, la
instrucción y educación populares. "No-sectarismo" tal como lo entiende el
partido del Gran Oriente es un sectarismo anticatólico e incluso anticristiano,
ateo, positivista, o agnóstico disfrazado de no-sectarismo. La libertad de
pensamiento y conciencia de los niños tiene que desarrollarse sistemáticamente
en el niño en la escuela y ser protegida, lo más que se pueda, en contra de toda
influencia perturbadora, no sólo por parte de la Iglesia y de los sacerdotes,
sino también de los propios padres de los niños y aun por medio de la coacción
moral y física, sí necesario. El partido del Gran Oriente la considera como la
indispensable e indefectiblemente vía segura hacia el establecimiento definitivo
de la república social universal y de la pretendida paz mundial, como ellos la
imaginan, y de la gloriosa era de solidaridad humana y de insuperable felicidad
humana en el reino de libertad y justicia. [164]
El esfuerzo para lograr una unión más estrecha con las Francmasonerías
angloamericana y alemana se hizo principalmente por la Gran Logia Simbólica de
Francia y la "Agencia Masónica Internacional" de Neuchâtel (dirigida por el
ex-Gran Maestro suizo Quartier-La Tente), vinculado con la pequeña Gran Logia
"Alpina" de Suiza. Estas dos Grandes Logias, como agentes secretos del Gran
Oriente de Francia, actuaron como mediadores entre éste y los Cuerpos Masónicos
de países anglófonos y alemanes. Con las Grandes Logias inglesas y americanas
sus esfuerzos, hasta ahora, habían tenido poco éxito. [165] Sólo la Gran Logia
de Iowa parece haber reconocido a la Gran Logia de Francia. [166] La Gran Logia
inglesa no sólo rechazó la oferta, sino que incluso declaró, el 23 de septiembre
de 1907, por medio de su archivista: "Creemos que, estamos mejor en Inglaterra,
separados de tal gente. De hecho, la Francmasonería tiene un tan mal olor en el
Continente de Europa, a causa de ser explotada por Socialistas y Anarquistas,
que tenemos que romper enteramente las relaciones con la mayoría de los Grandes
Cuerpos que han abandonado nuestros Linderos". [167] Las Grandes Logias
americanas (Massachusetts, Missouri, etc.), en general, parecen estar resueltas
a seguir el ejemplo de las Grandes Logias inglesas.
Las Grandes Logias alemanas, al contrario, por lo menos la mayoría, cedieron
ante la presión ejercida en ellas por un gran numero de hermanos alemanes.
Cautivadas por el partido del Gran Oriente, el 3 de junio de 1906, la Federación
de las ocho Grandes Logias alemanas, por 6 votos a 2, decretó establecer
relaciones amistosas oficiales con la Gran Logia, y el 27 de mayo de 1909, por 5
votos a 3, restaurar las mismas relaciones con el Gran Oriente de Francia. Este
último decreto provocó las más grandes demostraciones de alegría, triunfo y
jubilación en el partido del Gran Oriente, que lo consideró como un evento de
gran importancia histórica. Pero entre tanto una discusión en la prensa pública
fue provocada por algunos artículos incisivos del "Germania" [168] con el
resultado de que, las tres antiguas Grandes Logias Prusianas, que constaban de
37 198 hermanos controladas por el protectorado, abandonando su ambigua actitud
enérgicamente condenaron el decreto del 27 de mayo de 1909, y la actitud de las
5 otras así llamadas Grandes Logias "humanitarias" alemanas, que constaban de
solo 16 448 hermanos. Se esperaba que, las Grandes Logias británicas y
americanas, incitadas por el ejemplo de las Grandes Logias alemanas, frente al
secular enemigo común del Vaticano, se unirían al partido del Gran Oriente antes
del gran congreso Masónico universal, que se tendría en Roma en 1911. Pero en
lugar de una más estrecha unión de la Francmasonería universal soñada por el
partido del Gran Oriente, el único resultado fue una división entre las Grandes
Logias alemanas por el que la federación misma fue momentáneamente sacudida
hasta sus cimientos.
Pero a pesar del fracaso de las negociaciones oficiales, había muchos alemanes y
no pocos masones americanos, que evidentemente, favorecían, por lo menos, los
principales objetivos anticlericales del partido del Gran Oriente. Sorprendente
evidencia de esto fue la resultante y violenta agitación mundial, que, con la
ocasión de la ejecución del anarquista, Hermano Ferrer, 31, un miembro activo
del Gran Oriente de Francia [169] fue provocada por los Grandes Orientes de
Francia [170] y de Italia [171] para motivar la organización de un Kulturkampf
internacional según el modelo francés. En casi todos los países de Europa, la
separación del Estado y de la Iglesia y la laicizacion o neutralización de la
enseñanza y educación populares, fueron y son todavía exigidas por todos los
partidos de Izquierda con redoblada impetuosidad.
El hecho de que hay también masones americanos, que evidentemente defienden la
Kulturkampf en América e inspiran la Kulturkampf internacional, es atestado por
el ejemplo de los Hermanos. J.D. Buck, 33 y A. Pike, 33. Buck publicó un libro,
"El Genio de la Francmasonería", en el que defiende muy enérgicamente una
Kulturkampf para los Estados Unidos. Este libro que, en 1907, estaba en su 3ra
edición, se recomienda ardientemente a todos los masones americanos por los
periódicos Masónicos. A. Pike, como el Gran Comendador del Supremo Consejo
Maestro Mundial (Charleston, Carolina del Sur) no perdió ninguna oportunidad
para, en sus cartas, excitar el espíritu anticlerical de sus colegas. En una
larga carta del 28 de diciembre de 1886, por ejemplo, le ruega al Gran
Comendador italiano, Timoteo Riboli, 33, amigo íntimo de Garibaldi, de hacer
todo lo que este en su poder, para unir a la Masonería italiana en contra del
Vaticano. El escribe:
El Papado. . . ha sido durante mil años el verdugo y la maldición de la
Humanidad, la impostura más desvergonzada, en su pretensión al poder espiritual
de todas las edades. Con sus túnicas empapadas y apestando con la sangre de
medio millón de seres humanos, siempre con el apreciado olor de carne humana
quemada en sus narices, se regocija con la renovada perspectiva del poder. Ha
enviado por todo el mundo sus anatemas en contra del gobierno Constitucional y
del derecho de los hombres a la libertad de pensamiento y conciencia.
Además,
"En presencia de esta 'Cobra di capello' espiritual, este enemigo mortal,
traicionero, asesino, el más formidable poder en el mundo, la unidad de la
Masonería italiana es de necesidad absoluta y suprema; y ante esta necesidad
superior y omnipotente todas las consideraciones menores deben deferirse; las
disensiones y la desunión, en presencia de este enemigo de la raza humana son
criminales". "no debe haber ninguna insistencia inflexible, intransigente en
opiniones particulares, teorías, prejuicios, profesiones: sino, al contrario,
concesiones mutuas y cooperación armoniosa". "La Francmasonería del mundo se
regocijará al ver cumplida y consumada la Unidad de la Francmasonería italiana".
[172]
Periódicos Masónicos importantes, por ejemplo, "El Tyler-Keystone Americano" (Ann
Arbor), abiertamente patrocinan los esfuerzos del Partido del Gran Oriente
francés. "La absoluta unidad del Gremio", dice el Antiguo Gran Maestro Clifford
P. MacCalla (Pennsylvania), "es un glorioso concepto". "Ni las fronteras de los
Estados ni los vastos océanos separan a la Fraternidad Masónica. Por todas
partes es una". "No hay iglesia universal, ni Cuerpo universal de política; solo
hay una Fraternidad universal, esta Francmasonería; y cada Hermano que es un
miembro digno, puede sentirse orgulloso de ella". [173] Debido a la solidaridad
existente entre todos los Cuerpos Masónicos y entre los masones individuales,
todos son solidariamente responsables por las maldades de sus compañeros
miembros.
Masones representativos, sin embargo, exaltan la pretendida saludable influencia
de su orden en la cultura y el progreso humanos. La Masonería", dice Frater,
Gran Orador, Washington, "es el santuario de grandes pensamientos, de bellos
sentimientos, el seminario para el perfeccionamiento de los estándares moral y
mental de sus miembros. Es como un deposito de moralidad que llueve su benigna
influencia en la mente y en el corazón". [174] "La Francmasonería Moderna",
según otros masones, "es un reformador social y moral". [175] "nadie", dice el "Keystone"
de Chicago, "ha calculado o puede calcular el tan extenso carácter de la
influencia de la Masonería en el mundo. No se limita de ninguna manera a los
Cuerpos del Gremio. Cada iniciado es un portador de la luz, una fuente
luminosa". [176] "En Alemania como en los Estados Unidos y Gran Bretaña aquellos
que han sido lideres de hombres en la vida intelectual, moral y social, han sido
francmasones. Ejemplos eminentes en el pasado han sido los Hermanos Fichte,
Herder, Wieland, Lessing, Goethe. El más grande de todos ellos fue I.W. von
Goethe. Bien podemos estar orgullosos de un tal hombre" [177] etc. Los Masones
alemanes [178] reivindican para la Francmasonería una parte considerable en el
espléndido desarrollo de la literatura alemana en los siglos XVIII y XIX. Estas
reivindicaciones, sin embargo, cuando se examinan con espíritu crítico, resultan
o infundadas o exageradas. La Francmasonería inglesa, estaba entonces en un bajo
nivel moral e intelectual y retrogradando hacia la ortodoxia, no estaba
calificada para ser la creadora o un factor importante en la libre pensadora
"Cultura de la Ilustración". La Masonería alemana, entonces dominada por el
sistema sueco y la Estricta Observancia e intelectual y moralmente degenerada,
como los mismos historiadores Masónicos lo reconocen, no estaba en mejor
condición. En verdad los principales hombres literarios de la época, Lessing,
Goethe, Herder, etc. fueron cruelmente engañados y defraudados por lo que vieron
y experimentaron en su vida de la Logia. [179] Lessing habló con desdén de la
vida de la Logia; Goethe describió las asociaciones Masónicas y sus hechos como
"necios y pícaros"; Herder escribió, el 9 de enero de 1786, al famoso Hermano
filólogo Heyne; "sostengo un odio mortal a las sociedades secretas y, como
resultado de mi experiencia, tanto dentro de sus círculos más íntimos y fuera de
ellas, las mando a todas el demonio. Por las constantes conspiraciones para
dominar y el espíritu de intriga que se arrastra bajo la cubierta". [180]
La Francmasonería, lejos de contribuir a la grandeza literaria de estos u otros
hombres importantes, se aprovechó del esplendor exterior que su membresia
reflejó en ella. Pero la ventaja no fue de ninguna manera merecida, ya que, aun
en la plenitud de su fama literaria, no ellos, sino estafadores ordinarios, como
Johnson, Cagliostro, etc., fueron los centros alrededor de los cuales el mundo
Masónico gravitó. Todos los hombres superiores pertenecientes a la
Francmasonería: Fichte, Fessler, Krause, Schröder, Mossdorf, Schiffman, Findel,
etc., cuando se esforzaron por depurar la vida de la Logia de la charlatanería,
fueron tratados ignominiosamente por la mayoría de los masones ordinarios y aun
por las autoridades de la Logia. Hombres de semejante tendencia de pensamiento
son estigmatizados por partidarios Masónicos ingleses y americanos como
"materialistas" e "iconoclastas". [181] Pero cierto es que las Logias trabajan
silenciosa y efectivamente por la propagación y aplicación de los principios
Masónicos "no-sectarios" en la sociedad y vida humanas. Las revistas Masónicas
abundan en pasajes a este efecto. Así el Hermano Richardson de Tennessee afirma:
"La Francmasonería hace su trabajo silenciosamente, pero es el trabajo de un río
profundo, que silenciosamente empuja hacia el océano, etc." [182] "El abandono
de viejos temas y la formación de nuevos", explicó el Supremo Gran sacerdote,
J.W. Taylor (Georgia), "no siempre surge de la causa inmediatamente perceptible
que el mundo designa, sino que es la culminación de principios que han trabajado
en las mentes de hombres por muchos años, hasta que por fin el momento apropiado
y el ambiente propicio encienden la verdad latente en vida, y, como la luz de la
razón fluye de mente a mente y la unidad de propósito de corazón a corazón,
entusiasmando a todos con una poderosa causa común y moviendo naciones como un
solo hombre hacia la realización de grandes fines. Con este principio la
Institución de la Francmasonería difunde su influencia al mundo de la humanidad.
Trabaja calladamente y en secreto, pero penetra a través de todos los
intersticios de la sociedad con sus muchas relaciones, y los recipientes de sus
muchos favores son intimidados por sus grandes logros, pero no pueden decir de
donde llegó". [183] El "Voice" (Chicago) escribe: "Nunca antes en la historia de
las edades ha la Francmasonería ocupado una posición tan importante, como en el
momento actual. Nunca fue su influencia tan notable, el número de sus miembros
tan extenso, su enseñanza tan venerada". "Hay más masones fuera de la gran
Hermandad que dentro de ella". A través de su "moralidad pura" con la que la
Francmasonería pura es sinónima, "influencia a la sociedad y,
imperceptiblemente, siembra la semilla que trae fruto en sanas leyes y virtuosos
decretos. Sostiene el derecho, releva al apurado, defiende al débil y levanta al
caído (por supuesto, todo se entiende en el sentido Masónico antes explicado).
Así, silenciosa pero segura y continuamente, construye en el gran tejido de la
sociedad humana". [184]
La real fuerza de la Francmasonería en su trabajo externo es en verdad, que hay
más masones y con frecuencia mejor calificados para el desempeño del trabajo
Masónico, fuera de la hermandad que dentro de ella. La Francmasonería misma en
Europa y en América funda sociedades e instituciones similares en forma y
objetivo para todas las clases sociales e infunde en ellas su espíritu. Así
según Gould [185] la Francmasonería, desde aproximadamente 1750, "ha ejercitado
una influencia notable sobre todas las otras sociedades con obligación de
juramento". Lo mismo declaran los Hermanos L. Blanc, Deschamps, etc. por
Alemania y otros países. En los Estados Unidos según la "Enciclopedia de
Fraternidades", existen más de 600 sociedades secretas, funcionando más o menos
bajo el velo de formas modeladas en el simbolismo Masónico y por la mayor parte
notablemente influenciadas por la Francmasonería, de manera que uno de cada tres
adultos varones en los Estados Unidos es miembro de una o más de tales
sociedades secretas. "La Francmasonería", dice la "Enciclopedia", p.v., "es por
supuesto, mostrada como la Madre-Fraternidad de hecho y de nombre". "Pocos de
los que estén bien informados en el tema, negarán que la Fraternidad Masónica
sea directa o indirectamente la organización madre de todas las sociedades
secretas modernas, buenas, malas e indiferentes". [186]
Muchos francmasones angloamericanos están habituados a protestar fuertemente en
contra de todos los cargos que acusan a la Francmasonería de interferir en
asuntos políticos o religiosos o de hostilidad a la Iglesia o deslealtad a las
autoridades públicas. Incluso alaban a la Francmasonería como "uno de los
baluartes más fuertes de la religión" [187] "la sirvienta de la religión" [188]
y la "sirvienta de la iglesia". [189] "no hay nada en la naturaleza de la
Sociedad", dice el "Artesano Real", Nueva York, "que haga necesario renunciar a
una sola frase de cualquier creencia, ni a abandonar ninguna costumbre religiosa
o a eliminar un dogma de fe. A nadie se le pide que niegue la Biblia, o que
cambie su relación con la Iglesia o a ser menos atento a las enseñanzas de sus
instructores y consejeros espirituales". [190] "La Masonería en verdad contiene
la medula de la Cristiandad". [191] "Es un gran error el pensar que es un
enemigo de la Iglesia". "No se presenta a sí misma como un substituto de esa
institución predestinada por Dios". "Se presenta a sí misma como un asociado,
como un aliado, como un ayudante en la gran obra de la regeneración de la raza,
del ennoblecimiento del hombre". [192] En consecuencia, "negamos el derecho a la
Iglesia Romish (Romana) de excluir de su comunión aquellos de su grey que han
tomado responsabilidades en la Orden de la Francmasonería". [193] Aunque tales
protestaciones parecen ser sinceras e incluso muestran un elogiable deseo de sus
autores de no entrar en conflicto con la religión y la Iglesia, son desmentidos
por bien conocidos hechos. Indudablemente la Francmasonería y la religión
"cristiana" o "católica" no se oponen la una a la otra, cuando los masones,
algunos por error y otros hipócritamente entiende "cristiano" o "católico" en el
sentido Masónico precedentemente descrito, o cuando la misma Masonería,
equivocadamente, se considera como una institución ortodoxa cristiana. Pero
entre la "Masonería" y la religión "cristiana" o "católica", tomadas como
verdaderamente son: entre la Francmasonería "no-sectaria" y la Cristiandad o el
Catolicismo "dogmáticos, ortodoxos", hay una oposición radical. Es vano decir:
aunque la Masonería es oficialmente "no-sectaria", no impide a masones
individuales el ser "sectarios" en sus relaciones no Masónicas; ya que en su
"no-sectarismo" oficial, la Francmasonería necesariamente combate todo lo que la
Cristiandad contiene fuera de la "religión universal en la que todos los hombres
están de acuerdo", por consiguiente todo aquello que es característico de la
religión cristiana y católica. La Francmasonería combate estos rasgos
distintivos no sólo como superfluos y meramente subjetivos, sino también como
adiciones espurias que desfiguran la verdad objetiva universal, que profesa.
Ignorar Cristo y la Cristiandad, es prácticamente rechazarlos como estructuras
que no son esenciales.
Pero la Francmasonería va más lejos y ataca al Catolicismo abiertamente. La "Voice"
(Chicago), por ejemplo, en un artículo que empieza: "no hay nada en la religión
católica que sea adverso a la Masonería", continúa,
porque la verdad es, que la Masonería encarna esa religión en la que todos los
hombres están de acuerdo. Esto es tan verdadero como que toda religión
verdadera, dondequiera que se encuentre, es en substancia la misma. Ni está en
él poder de ningún hombre ni Cuerpo de hombres el hacerlo de otra manera.
Doctrinas y formas de observancia conformes a la piedad, impuestas por
directores espirituales, pueden ser tan variadas como las direcciones del
viento; y como estos últimos pueden guerrear el uno con el otro sobre la faz de
la tierra entera, pero no son religión. Intolerancia y celo, las suposiciones
del clero, con todas sus innumerables invenciones para amplificar e impresionar
al mundo. . . son siempre las principales causas de disputa, odio y venganza,
que difaman y destierran a la religión y sus inseparables virtudes, y provocan
daño atroces, dondequiera que se encuentra la humanidad en la tierra. El papado
y el clero están tan unidos, que pueden ser llamados lo mismo; la verdad es, que
el primero no es ni más ni menos que un caso especial del segundo, que es una
forma particular de un principio vicioso, que él mismo no es sino el resultado
del orgullo de la autosuficiencia y del deseo de poder. Nada de lo que se puede
nombrar, es más repugnante al espíritu de la Masonería, no hay nada en contra de
lo que más cuidadosamente nos defendamos, y esto ha sido siempre bien entendido
por todos los maestros expertos, y debe en verdad decirse, que tal es la
sabiduría de las enseñanzas, i.e. de la instrucción Masónica en las Logias, etc.
[194]
Similares discusiones, que contienen en casi cada palabra un ataque oculto o
abierto en contra de la Cristiandad, abundan en las verdaderas revistas y libros
Masónicos de todos los países. El ex Gran Diácono J.C. Parkinson, un ilustre
Masón inglés, francamente confiesa: "Los dos sistemas, el Romanismo y la
Francmasonería, no son sólo incompatibles, sino que se oponen radicalmente el
uno al otro" [195] y masones americanos dicen: "no haremos francmasón un hombre,
hasta que sepamos que no es católico". [196]
Con respecto a la lealtad hacia el "gobierno legal" masones americanos pretenden
que "en todas partes los Francmasones, individual y colectivamente, son
defensores fieles y activos de los gobiernos republicanos o constitucionales".
[197] "Nuestros principios son todos republicanos". [198] "Fidelidad y Lealtad,
y paz y orden, y subordinación a las autoridades legales son los dioses
tutelares de la Francmasonería" [199] y francmasones ingleses declaran que, "la
lealtad de los masones ingleses es proverbial". [200] Estas protestaciones de
francmasones ingleses y americanos, en general, se consideran sinceras en lo que
concierne a sus gobiernos reales. Ni aun el revolucionario Gran Oriente de
Francia piensa en derrocar el orden político actual en Francia, lo que seria en
total conformidad con sus deseos. La pregunta es, si los francmasones respetan
un Gobierno legítimo en su propio y en otros países, cuando no esta inspirado
por principios Masónicos. En este aspecto tanto los francmasones ingleses como
los americanos, por sus principios y conducta, provocan el veredicto
condenatorio de la opinión pública ilustrada e imparcial. Hemos ya
precedentemente indicado el caprichoso Artículo II de los "Antiguos Cargos",
calculado para alentar la rebelión en contra de los Gobiernos que no están de
acuerdo con los deseos de la Francmasonería. La "Crónica del Francmasón" no hace
mas que expresar fielmente los sentimientos de la Francmasonería angloamericana,
cuando escribe:
Si afirmáramos que bajo ninguna circunstancia se ha encontrado a un Masón
dispuesto a tomar las armas en contra de un mal gobierno, declararíamos
solamente que, en momentos de prueba, cuando el deber, en el sentido Masónico,
para con el estado significa antagonismo al Gobierno, habrían fracasado en el
deber más alto y más sagrado de un ciudadano. La rebelión en algunos casos es un
deber sagrado, y nadie, sino un intolerante o un necio, dirá, que nuestros
compatriotas se equivocaron, cuando tomaron las armas en contra del Rey James
II. La lealtad a la libertad, en un caso de esta clase, anula todas las otras
consideraciones, y cuando rebelarse significa ser libre o perecer, sería inútil
insistir en que un hombre debe recordar obligaciones que nunca se pensaron para
robarlo de su condición de ser humano y de ciudadano. [201]
Tal lenguaje satisfaría igualmente a todo movimiento anárquico. Las
declaraciones citadas se hicieron en defensa de masones conspiradores españoles.
Sólo una página más allá, la misma revista Masónica inglesa escribe:
"Ciertamente la Masonería italiana, que ha rendido un tan inestimable servicio
en la regeneración de este país tan espléndido", "es digna de la alabanza más
alta". [202] "Una francmasón, movido por altos principios", dice la "Voice"
(Chicago), "asestaría justificadamente un golpe a la tiranía y se asociaría con
otros para obtener el necesario remedio, por medios que ordinariamente no son
justificables. La historia ofrece muchos casos de actos que han sido
justificados por eventos posteriores, y ninguno de nosotros, masones o no, nos
inclinamos a condenar los complotes tramados entre Paul Revere, Dr. J. Warren y
otros, en la antigua Taberna del Dragón Verde, el cuartel general de la
Francmasonería Colonial en Nueva Inglaterra, porque estos complotes fueron
inspirados por elevados propósitos y el resultado no sólo los justifico, sino
que coronó a esos héroes con la gloria". [203] "Ningún francmasón" dijo Right
Rev. H.C. Potter en el centenario del Gran Capítulo del Arco Real, Nueva York,
"puede honorablemente doblar la rodilla delante de ningún potentado extranjero
(ni siquiera delante del Rey Edward VII de Inglaterra) civil o eclesiástico (el
Papa) o ofrecer fidelidad a ninguna soberanía extranjera, temporal o
espiritual". [204] De esta declaración es evidente que, según Potter, ningún
católico puede ser Masón. En conformidad con estos principios, francmasones
americanos e ingleses apoyaron a los lideres del movimiento revolucionario en el
continente europeo. Kossuth, que "había sido un líder en la rebelión contra la
tiranía austríaca", fue entusiásticamente recibido por masones americanos,
solemnemente iniciado en la Francmasonería en Cincinnati, el 21 de abril de
1852, y se le ofreció un generoso regalo como prueba de "que en el altar de la
Logia de San Juan el fuego del amor irradió tan intensamente, que encendió con
su luz incluso los más profundos apartados y las fortalezas montañosas de
Hungría". [205] Garibaldi, "el más grande francmasón de Italia" [206] y Mazzini
fueron también alentados por los francmasones angloamericanos en sus empresas
revolucionarias. [207] "El Masón tenaz", dice la "Voice" (Chicago)", nunca será
hallado comprometido en conspiraciones o complotes con el propósito de derrocar
y subvertir un gobierno basado en los principios Masónicos de libertad y
derechos equitativos". [208] "Pero" declara Pike, "con lengua y pluma, con todas
nuestras influencias abiertas y secretas, con el dinero, y si fuera menester,
con la espada, promoveremos la causa del progreso humano y laboraremos para
conceder derechos políticos al pensamiento humano, darle libertad a la
conciencia humana (sobre todo de las 'usurpaciones' papales) y derechos justos a
la gente en todas partes. Dondequiera que una nación luche por ganar o recuperar
su libertad, dondequiera que la mente humana afirme su independencia y las
personas exijan sus derechos inalienables, allí irá nuestra más cordial
simpatía". [209]
VIII. ACCION DE LAS AUTORIDADES DEL ESTADO Y DE LA IGLESIA
Bastante curiosamente, el primer soberano que se unió y protegió a la
Francmasonería fue el Emperador católico alemán Francisco I, fundador de la
línea real de Austria, mientras que las primeras medidas contra la
Francmasonería fueron tomadas por Gobiernos Protestantes: Holanda, 1735; Suecia
y Ginebra, 1738; Zurich, 1740; Berna, 1745. En España Portugal e Italia, medidas
contra la Masonería fueron tomadas después de 1738. En Bavaria la Francmasonería
se prohibió en 1784 y 1785; en Austria 1795; en Baden 1813; en Rusia 1822. Desde
1847 se ha tolerado en Baden, desde 1850 en Bavaria, desde 1868 en Hungría y
España. En Austria la Francmasonería se prohibió porque, tal como la Corte
Superior de la Administración correctamente declaró el 23 de enero de 1905, una
asociación Masónica, aunque establecida de acuerdo con la ley, "sería un miembro
de una gran organización (internacional) (en realidad regida por los 'Antiguos
Cargos', etc. según los principios generales y objetivos Masónicos), cuyos
verdaderos reglamentos se mantendrían ocultos de las autoridades civiles, de
manera que no se puede controlar la actividad de los miembros". [210] De hecho
se da por sentado que los masones Austro-húngaros, cualesquiera que fueran los
estatutos que pudieran presentar al Gobierno austríaco para obtener su
autorización, continuarían de hecho a tener al Gran Oriente francés como su
verdadero modelo, y a los Hermanos Kossuth, Garibaldi, y Mazzini como los
héroes, que se esforzarían de imitar. El decreto Prusiano de 1798 prohibió la
Francmasonería en general, exceptuando las tres antiguas Grandes Logias
Prusianas que el protectorado sometía a un estricto control por el Gobierno.
Este decreto, aunque jurídicamente abrogado por el decreto del 6 de abril de
1848, prácticamente, según una decisión de la Suprema Corte del 22 de abril de
1893, debido a una interpretación errónea de los órganos de la administración,
permaneció en vigor hasta 1893. De igual manera, en Inglaterra se aprobó una
Acta del Parlamento, el 12 de julio de 1798, para la "supresión más eficaz de
las sociedades establecidas para sediciones y propósitos traicioneros y para
evitar traiciones y prácticas sediciosas". Por esta Acta las asociaciones y
reuniones Masónicas en general fueron prohibidas, y sólo las Logias existentes
el 12 de julio de 1798, y regidas según las antiguas reglas de la Masonería del
reino fueron toleradas, a condición de que dos representantes de la Logia
debiesen tomar el juramento, delante de los magistrados, de que la Logia existía
y era regida tal como el Acto ordenaba. [211] Durante el período 1827-34, se
tomaron medidas en contra de la Francmasonería en algunos de los Estados Unidos
de América. Acerca de los países europeos se puede declarar que, todos aquellos
Gobiernos que no se habían originado en el movimiento revolucionario, se
esforzaron por protegerse en contra de las sociedades secretas Masónicas.
La acción de la Iglesia esta resumida en las declaraciones papales en contra de
la Francmasonería desde 1738, las más importantes de las cuales son:
Clemente XII, Const. "In Eminenti", 28 abril, 1738;
Benedicto XIV, "Providas", 18 mayo, 1751;
Pío VII, "Ecclesiam", 13 septiembre, 1821;
León XII, "Quo graviora", 13 marzo, 1825;
Pío VIII, Encycl. "Traditi", 21 mayo, 1829;
Gregorio XVI, "Mirari", 15 agosto, 1832;
Pío IX, Encycl. "Qui pluribus", 9 noviembre, 1846;
Pío IX, Alloc. "Quibus quantisque malis", 20 abril, 1849;
Pío IX, Encycl. "Quanta cura", 8 diciembre, 1864;
Pío IX, Alloc. "Multiplices inter", 25 septiembre, 1865;
Pío IX, Const. "Apostolicæ Sedis", 12 octubre, 1869;
Pío IX, Encycl. "Etsi multa", 21 noviembre, 1873;
León XIII, Encycl. "Humanum genus", 20 abril, 1884;
León XIII, "Præclara", 20 junio, 1894;
León XIII, "Annum ingressi", 18 marzo, 1902 (en contra de la Francmasonería
italiana);
León XIII, Encycl. "Etsí nos", 15 febrero, 1882;
León XIII, "Ab Apostolici", 15 octubre, 1890.
Estas declaraciones pontificales de la primera a la ultima están en completa
armonía, las últimas reafirman las primeras con los desarrollos exigidos por el
crecimiento de la Francmasonería y otras sociedades secretas.
Clemente XII con precisión indica las razones principales por las cuales las
asociaciones Masónicas, según los puntos de vista católico, cristiano, moral,
político y social, deben ser condenadas. Estas razones son:
El peculiar, "no-sectario" (en verdad, anticatólico y anticristiano) carácter
naturalista de la Francmasonería, por el que teórica y prácticamente menoscaba
la fe católica y cristiana, primero en sus miembros y a través de ellos en el
resto de la sociedad, crea indiferencia religiosa y desprecio por la ortodoxia y
la autoridad eclesiástica.
El secreto inescrutable y el engañoso siempre cambiante disfraz de la asociación
Masónica y de su "obra", por la que "hombres de esta especie entran como
ladrones dentro de la casa y como zorros maniobran para desarraigar el viñedo",
"pervirtiendo el corazon de los humildes", arruinando su bienestar espiritual y
temporal.
Los votos de secreto y de fidelidad a la Masonería y a la obra Masónica, que no
pueden ser justificados en su propósito, su objeto, o su forma, y no pueden, por
consiguiente, causar ninguna obligación. Los juramentos son condenables, porque
el propósito y objeto de la Masonería son "perversos" y censurables, y el
aspirante, en la mayoría de los casos, ignora la importancia o la magnitud de la
obligación que él toma. Además los "secretos" ritualisticos y doctrinales que
son el objeto principal de la obligación, según las autoridades Masónicas
superiores, o son naderías o ya no existen. [212] En ambos casos el juramento es
un abuso condenable. Incluso las maneras de reconocimiento Masónico, que se
presentan como el principal y único "secreto" indispensable de la Masonería,
están publicadas en muchos libros impresos. En consecuencia, los verdaderos
"secretos" de la Masonería, si tales hay, pueden sólo ser las conspiraciones
políticas o anti-religiosas como los complotes de las Grandes Logias en los
países latinos. Pero tales secretos, condenados, al menos teóricamente, por los
mismos masones angloamericanos, no harían el juramento u obligación sino más
inmoral y por consiguiente nulo e inválido. Por eso en todo aspecto, los
juramentos Masónicos no son sólo sacrílegos sino también un abuso contrario al
orden público que requiere de juramentos y compromisos solemnes como el
principal medio para mantener la veracidad y la lealtad en el Estado y en la
sociedad humana, y que, por tanto, no deben ser envilecidos ni caricaturizados.
En la Masonería se degrada el juramento aun más por su forma que incluye las
penalidades más atroces, por la "violación de obligaciones" que ni siquiera
existen; una "violación" que, en verdad sería y en muchos casos es, un deber
imperioso.
El peligro que tales sociedades representan para la seguridad y la "tranquilidad
del Estado" y para "la salud espiritual de las almas", y por tanto su
incompatibilidad con las leyes civil y canónica. Porque aun admitiendo que
algunas asociaciones Masónicas no persiguieran ningún propósito contrario a la
religión y al orden público, serían sin embargo contrarias al orden público,
porque por su misma existencia como sociedades secretas basadas en los
principios Masónicos, alientan y promueve la fundación de otras sociedades
secretas muy peligrosas y hacen difícil, si no imposible, la acción eficaz de
las autoridades civiles y eclesiásticas en contra de ellas.
De los otros decretos papales sólo algunas declaraciones características
requieren el ser mencionadas. Benedicto XIV apela con la mayor urgencia a los
príncipes católicos y a los poderes civiles para obtener su ayuda en la lucha
contra la Francmasonería. Pío VII condena la sociedad secreta de los Carbonari
que, si no un vástago, es "seguramente una imitación de la sociedad Masónica" y,
como tal, ya incluida en la condenación emitida contra ella. León XII deplora el
hecho de que los poderes civiles no hayan tomado en cuenta los primeros decretos
papales y, en consecuencia, que de las antiguas sociedades Masónicas hayan
surgido sectas aun más peligrosas. Entre ellas la "Universitaria" se menciona
como la más perniciosa. "Se debe considerar cierto", dice el papa, "que estas
sociedades secretas están enlazadas por el vínculo de los mismos propósitos
criminales". Gregorio XVI de la misma manera declara que las desgracias de la
época son principalmente debidas a la conspiración de las sociedades secretas, y
como León XII, deplora la indiferencia religiosa y las falsas ideas de
tolerancia propagadas por las sociedades secretas. Pío IX [213] describe la
Francmasonería como una organización insidiosa, fraudulenta y perversa
perjudicial para la religión y la sociedad; y condena nuevamente "esta Masónica
y otras sociedades semejantes, que difieren sólo en apariencia, y que se unen
constante y abiertamente o en secreto complot contra la Iglesia o la autoridad
legal". León XIII (1884) dice: "Hay varias sectas, que aunque difieren en
nombre, rito, forma y origen, están sin embargo tan unidas por una comunidad de
propósitos y por la similitud de sus principales principios que no son
verdaderamente mas que una con la secta Masónica, que es una clase de centro, de
donde todas ellas proceden y adonde todas ellas regresaran". El propósito final
de la Francmasonería es "el derrocamiento de todo el orden religioso, político y
social basado en las instituciones cristianas y el establecimiento de un nuevo
estado de cosas según sus propias ideas y basado en sus principios y leyes de
Naturalismo puro".
En vista de estas varias razones a los católicos, desde 1738, les está, bajo
pena de excomunión incurrida ipso facto y reservada al papa, estrictamente
prohibido entrar o promover de cualquier manera las sociedades Masónicas. La ley
ahora en vigor [214] pronuncia la excomunión en "aquellos que entran en las
sectas Masónicas o del Carbonarias u otras del mismo tipo, que, abiertamente o
en secreto, complotan en contra de la Iglesia o autoridad legal y aquellos que
de cualquier manera favorisan estas sectas o no denuncia a sus jefes y miembros
principales". Bajo este encabezado se debe también hacer mención de la
"Instrucción Práctica de la Congregación de la Inquisición del 7 de mayo de 1884
[215] y de los decretos de los Concilios Provinciales de Baltimore, 1840; Nueva
Orleans, 1856; Quebec, 1851, 1868; del primer Consejo de las Colonias inglesas,
1854; y particularmente de los Concilios Plenarios de Baltimore, 1866 y 1884.
[216] Estos documentos se refieren principalmente a la aplicación de los
decretos papales según la condición peculiar de las provincias eclesiásticas
respectivas. El Tercer Consejo de Baltimore, n. 254 sig., expone el método de
determinar si si o no una sociedad se debe considerar como incluida en la
condenación papal de la Francmasonería. En esto reserva la decisión final a una
comisión que consta de todos los arzobispos de las provincias eclesiásticas
representadas en el concilio, y, si no puede llegar a una conclusión unánime,
refiere a la Santa Sede.
Estos decretos papales y censuras en contra de la Francmasonería han sido
frecuentemente la ocasión de cargos erróneos e injustos. La excomunión se
interpretó como una "imprecación" que maldijo a todos los francmasones y los
condenó a la perdición. En verdad, una excomunión es simplemente una pena
eclesiástica, por la que los miembros de la Iglesia deben ser disuadidos de
cometer acciones que son criminales según la ley eclesiástica. El papa y los
obispos, por consiguiente, como fieles pastores del rebaño de Cristo, no puede
sino condenar a la Francmasonería. Traicionarían, como Clemente XII declaró, sus
deberes más sagrados, si no se opusieran con todo su poder a la propagación
insidiosa y a la actividad de tales sociedades en los países católicos o con
respecto a los católicos en los países mixtos y protestantes. La Francmasonería
promueve sistemáticamente la indiferencia religiosa y socava las verdaderas Fe y
vida, i.e., cristianas ortodoxas y católicas. La Francmasonería es esencialmente
Naturalismo y, en consecuencia, opuesta a todo supernaturalismo. Acerca de
algunas acusaciones particulares de León XIII (1884) desafiadas por los
francmasones, ej., el carácter ateo de la Francmasonería, se debe observar, que
el papa considera la actividad de las sociedades Masónicas y similares en su
totalidad, aplicándoles el término que designa a la mayor parte de estas
sociedades y entre los Cuerpos Masónicos aquellos, que promueven los así
llamados "anticlericales", en realidad irreligiosos y revolucionarios,
principios de la Francmasonería lógicamente a sus ultimas consecuencias y así,
en verdad, son, tal como eran, los fortines avanzados y portaestandartes del
total e inmenso ejército anticatólico y anti-papal en la guerra mundial
espiritual de nuestra época. En este sentido también el papa, de acuerdo con una
visión bíblica y evangélica fundamental desarrollada por San Agustín en su "De
civitate Dei", así como el poeta Masónico Carducci en su "Himno a Satanás",
considera a Satanás como el jefe supremo espiritual de este ejército hostil. De
esta manera, León XIII (1884) explícitamente declara:
Lo que decimos, debe ser entendido de la secta Masónica en la acepción universal
del término, ya que incluye a todas las sociedades aparentadas y asociadas, pero
no de las personas que son miembros. Puede haber personas entre estos, y no
pocos, que, aunque no libres de la culpa de haberse comprometido ellos mismos en
tales asociaciones, no son ellos mismos cómplices en sus actos criminales ni
están enterados del objetivo final que estas asociaciones se esfuerzan por
obtener. De la misma manera, es quizás posible que, algunos de los varios
Cuerpos de la asociación, no aprueben de ninguna manera ciertas conclusiones
extremas, que aceptarían consistentemente como consecuencia necesaria de los
principios generales comunes a todos, si no fueran disuadidos por el carácter
depravado de las conclusiones.
"La federación Masónica se debe juzgar no tanto por los actos y cosas que ha
llevado a cabo, sino por la totalidad de sus principios y propósitos".
NOTAS
[1] The Freemason's Chronicle [La Crónica de La francmasonería], 1908, I, 283,
se le referencia frecuentemente en este artículo como Chr.
[2] Concise Hist. [Breve Hist]., 109, 122.
[3] Gould, "Hist.", I, 378, 379, 410; II, 153 sigs. siguientes
[4] A. Q. C., VIII, 35. 155 sig.; Boos, 104 [sigs.
[5] A. Q. C., X, 10-30; IX, 167.
[6] A. Q. C., XI, 166-168.
[7] Vorgeschichte, I, 1909, 42-58.
[8] A. Q. C., X, 20-22.
[9] Gould, Concise History [Breve Historia], 166 sig.
[10] Simbolismo de la Francmasonería, 1869, 303.
[11] 1900, I, 320 sig.
[12] "Transacciones de la Logia Ars Quatuor Coronatorum", XI (Londres, 1898),
64.
[13] Enciclopedia, 296.
[14] Chr., 1890, II, 145.
[15] Donnelly, "Atlantis el Mundo Antediluviano".
[16] Oliver, I, 20, sig.
[17] Chr., 1880, I, 148; II, 139; 1884, II, 130; Gruber, 5, 122-128.
[18] Ver, por ejemplo, "The Voice" de Chicago, Chr., 1885, I, 226.
[19] Ritual inglés, 1908, casi idéntico a otros rituales inglés, irlandés,
escocés, y americano.
[20] Ver Gould, "Hist.", I, 408, 473, etc.
[21] "Handbuch", 3ra ed., I, 321; Begemann, "Vorgeschichte, etc."., 1909, I, 1
sigs.
[22] Historia, II, 2, 121.
[23] A. Q. C., X, 128.
[24] Enciclopedia, 296 sig.
[25] 3, 17-39.
[26] Chr., 1878, I, 187, 194 sigs.
[27] Mackey, "Jurisprudencia", 17-39; Chr., 1878, I, 194 sigs.; 1888, I, 11).
[28] Fischer, I, 14 sig.; Groddeck, 1 sigs., 91 sigs.; "Handbuch", 3ra ed., II,
154.
[29] Gran Logia Ms. No. 1, Gould, "Breve Historia", 236; Thorp, Ms. 1629, A. Q.
C., XI, 210; Rawlinson Ms. 1729-39 A. Q. C., XI, 22; Hughan, "Cargos Antiguos".
[30] Groddeck; "Handbuch", 3ra ed., I, 466 sigs.
[31] Oliver, "Ruina", I, 96; 332.
[32] Chr., 1876, I, 113.
[33] también ver Chr., 1878, I, 180; 1884, II, 38; etc., Gould, "Hist. Breve",
289 sig.
[34] Lexicon, 42.
[35] Kunsturkunden, 1810, I, 525.
[36] Begemann, "Vorgeschichte", II, 1910, 127 sig., 137 sig.
[37] Calcott, "Una Disquisition Cándido, etc.", 1769; Oliver, "Ruinas", II, 301.
[38] Gould, "Historia", II, 400.
[39] Calcott; Oliver, ibid., II, 301-303.
[40] "Signo.", 1904, 45 sig.., 54; Gruber (5), 49 sigs.; Idem (4), 23 sig.
[41] Findel, "Die Schule der Hierarchie, etc."., 1870, 15 sigs.; Schiffmann, "Die
Entstehung der Rittergrade", 1882, 85, 92, 95 sig.
[42] Bulletin du Grand Orient de France, 1877, 236-50.
[43] "Intern. Bull"., Berne, 1908, No. 2.
[44] Chr., 1878, I, 161.
[45] 3ra ed., II, 231.
[46] Chr., 1890, I, 243.
[47] Acacia, 1907, I, 48.
[48] Sign., 1907, 133 sig.
[49] Sign., 1905, 54.
[50] Chr., 1878, I, 134.
[51] Morales y Dogma, 643 sigs.
[52] 3ra ed., II, 200.
[53] Sign., 1905, 27.
[54] Rivista, 1909, 44.
[55] Gould, "Historia", II, 284 sig.
[56] Historia Breve, 309.
[57] A. Q. C., X, 127 sigs.; XI, 47 sigs.; XVI, 27 sigs.
[58] Gould, "Breve Hist., 272; 310- 17.
[59] Ibid., 280.
[60] Ibid., 318.
[61] Handbuch, 3rd ed., I, 24 sigs.; II, 559 sigs.
[62] Chr., 1906, II, 19 sig.; 1884, II, 306.
[63] A. Q. C., XI, 43.
[64] Preston, "Ilustraciones", 296 [seq].
[65] Chr., 1887, II, 313.
[66] Drummond., "Chr"., 1884, II, 227; 1887, I, 163; II, 178; Gould, "Historia
Breve", 413.
[67] Prichard, "Masonería Disecada", 1730.
[68] Gould, "Historia Breve", 274 sig., 357 sig.; Boos, 174 sig.
[69] Handbuch, 2nd ed., II, 100.
[70] Abafi, I, 132.
[71] Boos, 170, 183 sigs., 191.
[72] Ver ILLUMINATI, y Boos, 303.
[73] Robertson, "Chr"., 1907, II, 95; ver también Engel, "Gesch. des
Illuminatenordens", 1906.
[74] Bauhütte, 1908, 337 sigs.
[75] Sign., 1898, 100; 1901, 63 sigs.; 1902, 39; 1905, 6.
[76] , 292 sig.
[77] Francés Vénérable; German Meister von Stuhl.
[78] Chr., 1885, I, 259.
[79] Chr., 1881, I, 66.
[80] Chr., 1884, II, 196.
[81] Chr., 1885, I, 259), etc., etc.
[82] Gedanken und Erinnerungen, 1898, I, 302 sig.
[83] Solstice, 24 June, 1841, Procès-verb., 62.
[84] 3ra ed., II, 109.
[85] Ver tambien Francmasón, Lond., 1901, 181; Clavel, 288 sigs.; Ragon, "Cours",
164; Herold, 191, no. 10; "Handbuch", 2nd
ed., II, 451 sigs.
[86] E.g., Krause, ibid., 2nd ed., I, 2, 429; Marbach, "Freimaurer-Gelübde",
22-35.
[87] Mackey, "Jurisprudencia", 509.
[88] Thorp, Ms., 1629, A. Q. C., XI, 210; Rawlinson, Ms. 1900, A. Q. C., XI, 22;
Hughan, "Antiguos Cargos".
[89] Chr., 1875, I, 81.
[90] Jurisprudencia, 510, nota 1.
[91] Chr., 1885, I, 161.
[92] Chr., 1889, II, 58.
[93] Chr., 1883, II, 331.
[94] Mackey, "Jurisprudencia", 232 sig..
[95] Mackey, op. cit., 514 sigs.
[96] París, 1889; Amberes, 1894; La Haya, 1896; París, 1900; Ginebra, 1902;
Bruselas, 1904; Roma, planeado para Oct., 1911.
[97] Chr., 1907, II, 119.
[98] Off. Bull., 1885, VII, 29.
[99] Mackey, "Enciclopedia", 1908, 1007 sig.: "Anual de la Masonería Universal",
Berna, 1909; "Mas. Libro del Año 1909", Londres; "Kalendar für Freimaurer",
Leipzig, 1909.
[100] I, 340.
[101] Chr., 1890, I, 99.
[102] Chr., 1900, II, 3.
[103] A. Q. C., XVI, 28.
[104] Chr., 1902, I, 167.
[105] (1), 105.
[106] (1), 819.
[107] (1), 355.
[108] (3), 128.
[109] (1), 218.
[110] Santuario Intimo I, 311.
[111] Oliver, Hist. Linderos, I, 128.
[112] Oliver, ibid., I, 146, 65; II, 7 sig.
[113] Clavel, Ragnon, etc.
[114] Pike, Mackey, etc.
[115] Pike (1), 771 sig.
[116] (4), 397.
[117] Pike (1), 698 sig., 751, 849; (4), IV, 342 sig..; Mackey, "Simbolismo",
112 [sqq]., 186 [sqq].; también ver Preuss, "Francmasonería americana", 175 [sqq].
[118] Mackey, "Diccionario", s. v. Phallus; Oliver, "Signos", 206-17; V. Longo,
La Mass. Specul.
[119] Ritual, I (primer) grado.
[120] Pike (3), 128.
[121] Pike (4), 141.
[122] Pike, ibid., 100 sig.
[123] (1), 291 sig.
[124] Pike (4), III, 81; (1), 291; Ragon, l. c., 76-86.
[125] (4), I, 288 sig.
[126] Ibid., III, 142 sig.
[127] Ibid., III, 146.
[128] Ibid., IV, 474 sig.
[129] Ibid., IV, 478.
[130] Ibid., IV, 476.
[131] Ibid., IV, 547.
[132] "Abogado Masónico" de Indianapolis, Chr., 1900, I, 296.
[133] Chr., 1897, II, 83.
[134] (4), I, 271.
[135] Ibid., I, 280; (1), 516 sig.
[136] Chr., 1878, II, 28.
[137] (4), I, 311.
[138] Ibid., IV, 388 sig.
[139] Ibid, IV, 389 sig.
[140] (1), 849.
[141] Oliver, "Filosofía Teocrática", 355.
[142] Oliver, Hist. Landmarks [Linderos Hist.], I, 11, 21; "Freemasons'
Quarterly Rev"., I, 31; Casanova en Ragon, "Rit. 3r
Grado", 35.
[143] Pike (4), III, 68.
[144] Ibid., IV, 470, 479, 488, 520.
[145] Chr., 1880, II, 179.
[146] Ibid., 1892, I, 246. Para críticas semejantes ver Chr., 1880, II, 195;
1875, I, 394.
[147] Gould, "Historia Breve" 419.
[148] Chr., 1893, I, 147.
[149] Chr., 1906, I, 202.
[150] "Nueva Edad", mayo, 1910, 464.
[151] "Acacia", II, 409.
[152] Ver Congrés Intern. de París, 1889, in "Compte rendu du Grand Orient de
France", 1889; Browers, "L'action, etc.".; Brück, "Geh. Gesellsch. en Spanien";
"Handbuch"; artículos en distintos países ,etc.
[153] Ver "Rivista", 1909, 76 sigs.; 1908, 394; "Acacia", 1908, II, 36; "Bauhütte",
1909, 143; "La Franc-Maçonnerie démasquée , 1909, 93-96; "Compte rendu du
Convent. Du Gr. Or. de France", 21-26 Sept., 1908, 34-38.
[154] Handbuch, 3rd ed., II, 517.
[155] Gruber (5), 6; Ewald, "Loge und Kulturkampf".
[156] Ver Herold, No. 37 y 33 sigs.
[157] también ver Chr., 1889, I, 81 sig..
[158] "Que personne ne bougera plus en France en dehors de nous", "Bull. Gr. Or".,
1890, 500 sig.
[159] Compte-rendu Gr. Or., 1903, Nourrisson, "Les Jacobins", 266-271.
[160] Compte-rendu, 1902, 153.
[161] Compte-rendu Gr. Or. de France, 1902, 381.
[162] "Riv"., 1892, 219; Gruber, "Mazzini", 215 sigs. and passim.
[163] Circular del Gran Oriente de Francia, 2 Abril, 1889.
[164] Ver "Chaîne d'Union", 1889. 134. 212 [sqq]., 248 [sqq]., 291 [sqq].; y los
"comptes rendus" oficiales del Congreso Masónico Internacional de París, 16-17
de julio de 1889, y del 31 de agosto, 1 y 2 de septiembre de 1900, publicados
por el Gran Oriente de Francia, y los "Comptes rendus des travaux" oficiales y
regulares de este Gran Oriente, 1896-1910, y la "Rivista massonica", 1880-1910.
[165] Ver Internat. Boletín, 1908, 119, 127, 133, 149, 156; 1909, 186.
[166] Chr. 1905, II, 58, 108, 235.
[167] De una carta del Archivista J. Strahan, en Londres, a la Gran Logia de
Massachusetts; Ver "The New Age", New York, 1909, I, 177.
[168] Berlín, 10 mayo, 1908; 9 junio, 12 noviembre, 1909; 5, 19 febrero, 1910.
[169] Barcelona, 13 octubre, 1909.
[170] Circular de 14 octubre, 1909; "Franc-Maç. dém"., 1906, 230 sigs.; 1907,
42, 176; 1909. 310. 337 sigs.; 1910, un "Boletín Masónico Internacional", Berne,
1909. 204 sig.
[171] Rivista massonica, 1909, 337 sigs., 423.
[172] Boletín Oficial, septiembre, 1887. 173 sigs.
[173] Chr., 1906, II, 132.
[174] Chr., 1897, II, 148.
[175] Chr., 1888, II, 99.
[176] Chr., 1889, II, 146.
[177] "Keystone", citado en Chr., 1887, II, 355.
[178] Ver Boos, 304-63.
[179] Gruber (6), 141-236.
[180] Boos, 326.
[181] Chr., 1885, I, 85, 1900, II, 71.
[182] Chr., 1889, I, 308.
[183] Chr., 1897, II, 303.
[184] Chr. 1889, II, 257 sig.
[185] Historia Breve, 2.
[186] Ibid., p. xv.
[187] Chr., 1887, II, 340.
[188] Chr., 1887, I, 119.
[189] Chr., 1885, II, 355.
[190] Chr., 1887, II, 49.
[191] Chr., 1875, I , 113.
[192] Chr., 1890, II, 101.
[193] Chr., 1875, I, 113.
[194] Chr., 1887, I, 35.
[195] Chr. 1884, II, 17.
[196] Chr., 1890, II, 347: ver también 1898, I, 83.
[197] "Voice" citado en Chr., 1890, I, 98.
[198] "Voice" en Chr., 1893, I, 130.
[199] "Voice" en Chr., 1890, I, 98.
[200] Chr., 1899, I, 301.
[201] Chr., 1875, I, 81.
[202] Chr., 1875, I, 82.
[203] Chr., 1889, I, 178.
[204] Chr., 1889, II, 94.
[205] "Keystone" de Filadelfia citado por Chr., 1881, I, 414; la "Voice" de
Chicago, [ibid]., 277.
[206] "Intern. Bol"., Berne, 1907, 98.
[207] Chr., 1882, I, 410; 1893, I, 185; 1899, II, 34.
[208] Chr., 1892, I, 259.
[209] Pike (4), IV, 547.
[210] Bauhütte, 1905, 60.
[211] Preston, "Ilustraciones de la Masonería", 251 [sqq].
[212] Handbuch, 3rd ed., I, 219.
[213] Alocución, 1865.
[214] Const. "Apostolicæ Sedis", 1869, Cap. ii, n. 24.
[215] "De Secta Massonum" (Acta Sanctæ Sedis, XVIII, 43-47.
[216] Ver "Collect. Lacensis", III, 1875 y "Acta et decr. Concil. plen. Balt.
III", 1884.
OTRAS NOTAS. Las siguientes son las abreviaciones de los términos Masónicos
utilizados en este artículo: L., Ls., GL, GLs, GO, GOs, Supr. Counc., GGs=
Logia, Logias, Grandes Logias, Gran Oriente, Supremo Consejo, Gr. Cuerpos, etc.
Abreviaciones de los más frecuentemente citados libros y revistas: K.= Keystone
(Filadelfia). V= "Voice" (de la Masonería), más adelante: "Voz y Revista
Masónicas" (Chicago). Chr.= "La Crónica del francmasón" (Londres); A. Q. C.= "Ars
Quatuor Coronatorum". Transactions (Londres), la mejor revista científica
Masónica; Bauh.= Bauhütte; Sign.= "Signale fur die deutsche Maurerwelt" (Leipzig);
Enc., Cycl., Handb.= Enciclopedia, "Allgemeines Handbuch der Freimaurerei"
(Manual Universal de Francmasonería) Leipzig. Esta última enciclopedia alemana,
en sus tres ediciones, bastante diferentes la una de la otra, pero todas ellas
contienen información valiosa y precisa, son consideradas incluso por críticos
Masónicos ingleses y americanos (A. Q. C., XI, 1898, 64), y de lejos, como la
mejor enciclopedia Masónico nunca publicada.
Clave para números: En el artículo precedente, un número arábigo después del
nombre de un autor de varios trabajos indica el trabajo marcado con el mismo
número en la bibliografía siguiente. Otros números se deben considerar según las
reglas generales seguidas a lo largo de la ENCICLOPEDIA.
BIBLIOGRAFIA. La Crónica del francmasón -The Freemason's Chronicle- (Chr.), de
la que se han publicado dos volúmenes cada año en Londres desde 1875, reproduce
también en gran medida los artículos principales publicados por los mejores
periódicos Masónicos americanos, ofrece el mejor y más autorizado estudio
general de la Francmasonería angloamericana. R. FR. GOULD lo describe así: "Un
periódico Masónico de primera clase" (Chr.,I,1893, I, 339). El autor del
principio Masónico que hemos citado es el difunto ALBERTO PIKE, Gran Comendador
de la Madre –[Padre] Supremo Consejo (Charleston, Carolina del Sur--Washington),
reconocido como la más gran autoridad en todos los asuntos Masónicos. Según
NORTON "el renombrado Hermano PIKE (Chr., 1888, II, 179)generalmente reconocido
como la mejor autoridad en jurisprudencia Masónica en América" (Chr., 1876, II,
243). Según el Gran Orador ROBERT (Territorio indio) él "fue el más grande
erudito y escritor Masónico de este (XIX) siglo, cuyo nombre ha sido una palabra
familiar dondequiera que la Masonería es conocida" (Chr., 1893, I, 25). según la
Nueva Edad, Nueva York, fue "considerado como la principal figura de la
Francmasonería del mundo" (1909, II, 456), "el francmasón más grande del Siglo
XIX", "el Profeta de la Francmasonería" (1910, I, 52). "Su gran obra -- su
Magnum Opus -- como la llamó", dice la Nueva Edad (1910, I, 54), "fue Los
Rituales del Rito Escocés, tal como fueron corregidos y espiritualizados por
él". Y su libro ., frecuentemente citado por nosotros, es muy recomendado a
todos los masones que buscan información seria y segura, por los famosos
eruditos Masónicos TEMPLE (Bruselas) y SPETH, el difunto secretario de las
sabias Logias Quatuor-Coronati de Londres (Chr., 1888, I, 389). Las cartas
circulares de PIKE, según el Boletín del Consejo Supremo de Bélgica (1888, 211)
eran "verdaderos códigos de la Sabiduría Masónica". El bien conocido Hermano
inglés. YARKER, 33, dice: "El difunto A. PIKE . . . fue s in duda un Papa
Masónico, que guió con cuerdas de marionetas a todos los Supremos Consejos del
mundo, incluyendo a los Supremos Consejos de Inglaterra, Irlanda y Escocia, el
primero de los cuales incluía al Príncipe de Gales (ahora Rey Eduardo VII) Lord
Lathom y otros Pares, que estaban en alianza con él y en real sumisión" (A. E.
WAITE, Culto al Demonio en Francia, 1896, 215). "El Handbuch alemán (2a ed.,
1879, IV, 138) llama a PIKE: "El supremo General de la Orden", y T.G. Findel, el
historiador alemán de la Masonería: "el rey sin corona de los Grados Superiores"
(Bauhütte, 1891, 126).
Publicaciones Masónicas. Enciclopedias: MACKEY, (1) Enciclopedia de la
Francmasonería (Londres, 1908), incluso esta mas reciente edición, según las
autoridades americanas, es completamente anticuada y de poca mejora sobre la de
1860; IDEM, (2) Léxico de la Francmasonería (Londres, 1884); OLIVER, Dict. de la
Francmasonería Simbólica (Londres, 1853); MACKENZIE, La Real Encicl. Masónica
[Royal Masonic Cycl.] (1875-7); WOODFORD, Kenning, Cycl. (1878); LENNING, Encycl.
der Freimaurerei (1822- 1828); IDEM AND HENNE AM RHYN, Allgemeines Handbuch der
Fr., 2a ed. (1863-79); FISCHER, Allg. Handb. d. Fr., 3ra ed. (1900); estas
ediciones contienen información valiosa y responden a los requisitos científicos
mucho más que todas las otras enciclopedias Masónicas (A. Q. C., XI, 64);
STEVENS, Enciclopedia de Fraternidades [Cycl. Of Fraternities] (Nueva York,
1907).
Ley y Jurisprudencia Masónicas: Las Constituciones de los francmasones, 1723,
1738; Neues Constitutionen Buch, etc. (1741); DE LA TIERCE, Histoire,
Obligations, et. Statuts, etc. (Francfort, 1742); OLIVER, Jurisprudencia
Masónica (1859, 1874); CHASE, Compendio de Ley Masónica (1866); MACKEY, Libro de
Texto de Jurisprudencia Masón. (1889); VAN GRODDECK, etc., Versuch einer
Darstellung des positiven innern Freimaurer. Rechts (1877), el mejor estudio
general de leyes Masónicas de todos los países.
Históricos: ANDERSON, Hist. de la Francmasonería en la primera edición y
traducciones del Libro de Constituciones (muy poco confiable, aun después de
1717); PRESTON, Ilustraciones de la Masonería (1772), ed. OLIVER (1856), aunque
no fiable en algunos particulares históricos, contiene mucha información valiosa
de carácter histórico y ritualistico; FORT, Hist. Inicial y Antigüedades de la
Francmasonería (Filadelfia, 1875); ROWBOTTOM, Origen de la Francmasonería tal
como se manifiesta por la Gran Pirámide (1880); HOLLAND, Francmasonería desde la
Gran Pirámide históricamente ilustrada (1885); CHAPMAN, La Gran Pirámide, etc.
(1886); WEISSE, El Obelisco y la Francmasonería, según los descubrimientos de
Belzoni y Gorringe (Nueva York, 1880); KATSCH, Die Entstehung und wahre Endzweck
der Freimaurerei (1897); FINDEL, Historia de la Francmasonería (1861-2; 1905),
traducido y revisado por LYON, 1869; influyente en la propagación de más
precisas nociones históricas entre los masones; GOULD, Hist. de la
Francmasonería (3 vols., 1883-1887), ahora reputado como el mejor trabajo
histórico sobre la Francmasonería; CHETWODE CRAWLEY, Comentaria Hibernica
(1895-1900); HUGHAN, Origen del Rito inglés de la Francmasonería (1884); Los
Antiguos Cargos de los francmasones británicos (Londres, 1872; 1895); KLOSS,
Gesch. der Fr. in Engl., Irland und Schottland 1685-1784 (1847); BOOS, Gesch.
der Freimaurerei (1896); HASCALL, Hist. de la Francmasonería (1891); Hist.
Inicial y Transacciones de los masones de Nueva York (1876); McCLENACHAN, Hist.
de la Frat. en Nueva York (1888-94); ROSS ROBERTSON, Hist. de la Francmasonería
en Canadá (1899); DRUMMOND, Hist. y Bibliogr. Memoranda y Hist. de iymb. y
Masonería del Arca Real en los EE.UU.; Suplemento a GOULD, Hist. (1889); THORY,
Annales, etc., du Grand Orient de France (1812); KLOSS, Gesch. der Freimaurerei
in Frankr. (1852-3); JOUAST, Hist. du Grand Orient Fr. (1865); LEWIS, Gesch. d.
Freimaurerei i. Oesterreich (1861); ABAFI, Gesch. d. Freimaurerei in Oesterreich-Ungarn
(1890 sigs.), Principios, Espíritu, Simbolismo de la Francmasonería. Fuentes
principales:- Las Constituciones de los francmasones, 1723 y 1738; HUTCHINSON,
Espíritu de la Francmasonería (1775); TOWN, Sistema de la Masonería Espec.
(1822, Nueva York); OLIVER, Antigüedades de la Francmasonería (1823); La
Estrella en el Este (1827); Señas y Símbolos (1830, 1857); PIKE, (1) Morales y
Dogma del A. A. Rito Escocés de la Francmasonería 5632 (1882); IDEM, (2) El
Libro de las Palabras 5638 (1878); IDEM, (3) El Porche y la Cámara de en medio.
Libro de la Logia 5632 (1872); IDEM, (4) El Santuario Interior (1870-79); KRAUSE,
Die drei ältesten Kunsturkunden der Frmrei (1810), todavía muy estimado, a pesar
de errores históricos, como una apreciación crítica de la Francmasonería; FINDEL
(la mejor autoridad alemana), Geist und Form der Fr. (1874, 1898); IDEM, Die
Grundsötze der Fr. im Volkerleben (1892); IDEM, Die moderne Weltanschauung und
die Fr. (1885); IDEM, Der frmische Gedanke (1898); Bauhütte (1858-1891) y
Signale (1895-1905).
Publicaciones antimasónicas: De 1723-1743, La Francmasonería inglesa y ANDERSON,
Historia, fueron ridiculizadas en muchas publicaciones (GOULD, 2, 294, 327);
contra la Francmasonería francesa aparecieron: L'Ordre des francmasones trahie
1738 (A. Q. C., IX, 85) y Le Secret des Mopses révélé (1745); Sceau romptu
(1745); con la ocasión de la Revolución francesa: LEFRANC, Le voile levé (1792).
En los Estados Unidos el movimiento antimasónico empezó en 1783: CREIGH,
Masonería y AntiMasoneria (1854); STONE, Cartas sobre la Masonería y la
AntiMasoneria (1832); PENKIN, Caída de la Masonería (1838) Catalogo de libros
antimasónicos (Boston, 1862); Sechs Stïmmen über geheime Gesellschaften und
Frmrei (1824); ECKERT, Der Frmrorden in seiner wahren Bedeutung (1852);
HENGSTENBERG, Die Frmrei und das evang. Pfarramt (1854-56); Civiltà Cattolica
desde 1866; NEGRONI, Storia passata e presente della setta anticristiana ed
antisociale (1876); MENCACCI, Memorie documentate della rivoluzione italiana
(1882); RINIERI, Cozetti Masonici (1900-01); ENIGMA, La setta verde (1906-7);
GRUBER, Mazzini; Massoneria e Rivoluzione (1901), retraza la obra revolucionaria
de la Masonería italiana desde 1870 hasta 1900; GAUTRELET, La Franc-maçonnerie
et la Revolución (1872); JANET, Les sociétés secretes et la société 3ra ed.,
1880-83), el mejor estudio general de la obra revolucionaria de las sociedades
secretas en todos los países; BROWERS, L'Action de la Franc-m. dans l'hist.
moderne (1892); LEROUSE, La Franc-m. sous la 3e République (1886); COPIN-ALBANCELLI,
La Franc-m. (1892); GOYAU, La Franc-m. en France (1899); NOURRISSON, Le club des
Jacobins (1900); IDEM, Les Jacobins au pouvoir (1904); BIDEGAIN, Le Grand Orient
de France (1905); NEUT, La F.-m. soumise au grand jour de la publicité (1866),
contiene valiosos documentos sobre la Masonería francesa, belga, y alemana;
MALLIE, La Maçonnerie Belge (1906), documentos sobre la más reciente actividad
política de la Masonería belga; DE LA FUERTE, Historia de las Sociedades
secretas antiguas y modernas en España, etc. (1870-71); BRÜCK, Die geheimen
Gesellschaften in Spanien (1881); TIRADO Y ROYAS, La Masonería en España (1892-
3); DE RAFAEL, La Masonería pintada por si misma (1883); PACHTLER, Der stille
Krieg gegen Thron und Altar (1876); BEUREN (M. RAICH), Die innere Unwahrheit der
Frmrei (1884); GRUBER, (4) Die Frmrei und die öffent. Ordnung (1893); IDEM, (5)
Einigungsbestrebungen, etc. (1898); IDEM, (6) Der "giftige Kern", etc. (1899);
IDEM, (7) Frmrei und Umsturzbewegung (1901); Streifzüge durch das Reich der
Frmrei (1897); EWALD, (1899); OSSEG, Der Hammer d. Frmrei, etc. (1875); W. B.,
Beiträge zur Geschichte der F. In Oesterreich (1868); Die Frmrei in Oesterreich
Ungarn (1897). En Polonia: MICHALOW, Die geh. Werkstätte der Poln. Erhebung
(1830; 1877); ZALESKI, O Masonii w Polsce 1738-1820 (Cracovia, 1908); sobre la
Masonería anglosajona y francesa ver PREUSS, Un Estudio sobre la Francmasonería
americana (San Luis, 1908), una cuidadosa discusión basada en los trabajos
normales de Mackey y PIKE.
HERMANN GRUBER
Transcrito por Bobie Jo M. Bilz
Dedicado a R. Michael Steinmacher, III
Traducido por Oscar Olague