Material para la celebración:
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Hojitas para todos
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Velitas para todos
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UN cirio o
vela grande
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UN
niño Jesús
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Se puede entonar este u otro canto de Navidad
antes de dar la bienvenida
CAMPANA SOBRE CAMPANA
Campana sobre campana,
y sobre campana una,
asómate a la ventana,
verás al Niño en la cuna.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?
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Recogido tu rebaño
¿a dónde vas pastorcillo?
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?
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INICIAMOS…
Papá:
En el nombre del Padre, y del Hijo (+),
y del Espíritu Santo.
TODOS:
Amén.
Papá:
Que el Señor, que se hace como uno de nosotros para convivir hoy con
nuestra familia esté con todos ustedes.
TODOS:
Y también contigo
NOS RECONCILIAMOS….
Papá:
Amados todos en el Señor,
hoy nos hemos reunido como familia cristiana para celebrar en la
intimidad de nuestro hogar que Jesús, nuestro Dios y Salvador ha
nacido. Que esta celebración nos recuerde a todos que con su llegada
nuestros pecados han sido perdonados, la muerte vencida y que el
amor del Padre, y la presencia amorosa del Espíritu Santo inundan ya
nuestros corazones.
Papá:
Esta es una noche muy especial pues hoy se ha unido el cielo con la
tierra… es día en que Dios ha restablecido su amor con todos
nosotros, por ello es noche de paz…. Es noche de perdón. Esta noche
Buena, Dios nos invita que también nosotros nos perdonemos entre
nosotros. Por ello los invito primeramente a que reconozcamos el
gran amor de Dios en nuestras vidas y con un corazón sincero, nos
acerquemos a su misericordia, que de manera especial hoy se prodiga
sobre nosotros.
Hacemos un momento de silencio.
Papá:
Ahora, reconciliados con Dios y llenos de su amor, acerquémonos unos
a otros y con un abrazo lleno de cariño acojamos a los hermanos y si
hubiera que reconciliarnos con alguno de ellos… hagámoslo como lo
hizo Dios con notros diciéndole mientras lo abrazas: Te amo.
Nos damos todos un abrazo de reconciliación familiar.
DIOS NOS HABLA….
Papá:
Dios nos ha visitado y se ha hecho presente esta noche en el perdón
y en la alegría de todos nosotros. Escuchémoslo ahora con atención
su palabra que nos revela el sentido profundo de esta noche.
Mamá:
Escuchemos primero al Profeta Isaías, que nos ilumina sobre el
significado del nacimiento de Cristo.
Hijo: Lectura de libro del profeta Isaías
(9,1-3)
Camino del mar al otro lado del Jordán, tierra de Zabulón y a la
tierra de Neftalí, Galilea de los gentiles. El pueblo que andaba en
tinieblas ha visto gran luz; a los que habitaban en tierra de sombra
de muerte, la luz ha resplandecido sobre ellos. Multiplicaste la
nación, aumentaste su alegría; se alegran en tu presencia como con
la alegría de la cosecha.
Palabra de Dios
TODOS: Te alabamos Señor.
Mamá:
En esta lectura se nos hace conocer que Jesús es la Luz verdadera
que alumbra nuestra oscuridad… la oscuridad de la mente y del alma,
la oscuridad que el mundo con sus ideas y proposiciones egoístas
busca crear en nuestros corazones. Jesús, ha venido a disipar las
tinieblas de nuestro corazón a darnos la vida en abundancia.
Mamá:
Escuchemos ahora de que manera esta luz brilla en nuestra noche. El
Evangelio de Juan, nos dará la pista para iniciar una nueva vida al
margen de las tinieblas. Escuchemos.
Hijo mayor:
Lectura tomada del Evangelio según san Juan
(Jn 1, 1-12):
En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y
el Verbo era Dios. El estaba en el principio con Dios. Todas
las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha
sido hecho, fue hecho. En El estaba la vida, y la vida era la luz de
los hombres. Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la
recibieron.
Vino al mundo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan. Este
vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos
creyeran por medio de él. El no era la luz, sino que vino para dar
testimonio de la luz.
Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo
hombre. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de El, y
el mundo no le conoció. Vino a los suyos, y los suyos no le
recibieron. Pero a todos los que le recibieron, les dio el poder de
llegar a ser hijos de Dios.
Palabra del Señor.
TODOS: Gloria a ti señor Jesús.
Se pude hacer una reflexión en la que todos
participen diciendo lo que estas lecturas les dice al corazón.
Al terminar continúa el padre de familia.
JESÚS LUZ
DEL
MUNDO…
Papá:
Hemos escuchado pues, cómo Dios envió al mundo la luz…. envió a su
propio Hijo, que es la luz verdadera par que caminando con él
tengamos la vida. Sin embargo dice el texto que no todos lo
recibieron y prefirieron vivir en la oscuridad. Nosotros como
Familia hemos decidido vivir en esta luz. En señal de ello
encendemos ahora esta vela (ojalá y pudiera ser un cirio de buenas
proposiciones para que quede en casa como un signo para el resto del
año).
TODOS:
Señor, Jesús, al encender este cirio, signo de tu presencia entre
nosotros, te pedimos para que su luz alumbre a toda la humanidad;
para que las guerras terminen; para que haya paz y bienestar en
todos los hogares del mundo; para que tu evangelio sea luz para toda
la humanidad. Haz que desaparezca la oscuridad del egoísmo, la
envidia, el rencor y la violencia. Que junto con tu luz venga la paz
y la alegría a todos los hombres de buena voluntad. Te lo pedimos a
ti que vives y reinas, con el Padre y el Espíritu Santo, por lo
siglos de los siglos. Amén.
El más pequeño de la familia enciende el Cirio
y éste se pone en el centro de la reunión.
Ahora, cada uno de los participantes toma una vela
y la enciende tomando la luz del cirio.
Al momento de encenderla expresa su compromiso de ser luz.
OREMOS JUNTOS…
Papá:
Ahora, con nuestras velas encendidas, signo de la luz que hay en
nuestro corazón, unámonos todos y oremos pidiéndole que su Luz
brille por siempre en nuestras familias y en todo el mundo. A cada
invocación responderemos: Ilumina, Señor nuestra vida y nuestro
mundo.
Hijo(a):
Te pedimos Padre Bueno,
por la Iglesia, para que con tu llegada renueve su misión de llevar
esta Buena Nueva a todos aquellos que aún no te conocen siendo así
luz para toda la humanidad.
TODOS: Ilumina, Señor nuestra vida y nuestro mundo.
Hijo(a):
Para que tu llegada inspire más vocaciones al servicio de Tu
Iglesia. Por el Papa Juan Pablo II, por nuestro obispo (N.),
por los sacerdotes, los religiosos y las almas consagradas, para que
se mantengan fieles en tu servicio y brillen en medio de este mundo
cubierto de tinieblas.
TODOS: Ilumina, Señor nuestra vida y nuestro mundo.
Hijo(a):
Por aquellos que sufren, aquellos que hoy no tienen un techo, un
pan; por los que están enfermos o viven en medio de la guerra,
socórrelos y dales consuelo. Haznos más generosos para atender las
necesidades de los que nos rodean pues solo así reconocerán que
nosotros hemos dejado ya las tinieblas del egoísmo.
TODOS: Ilumina, Señor nuestra vida y nuestro mundo.
Hijo(a):
Por nuestra familia, para que como Iglesia doméstica unida en torno
a ti hagamos brillar el evangelio, viviendo la caridad y el servicio
entre nosotros.
TODOS: Ilumina, Señor nuestra vida y nuestro mundo.
Hijo(a):
Ilumina nuestro entendimiento y lo más profundo de nuestro corazón
para que entendamos que hoy nos haz salvado, que nuestro pecado ha
sido borrado y que llenos de la alegría de la Navidad vivamos
siempre cerca de Ti, manifestando con nuestro testimonio de vida que
Cristo vive entre nosotros.
TODOS: Ilumina, Señor nuestra vida y nuestro mundo.
Si se cree conveniente se pueden agregar más intenciones
TODOS: Escucha, Padre Santo, todas estas súplicas que te hemos
hecho y que hoy ponemos en las manos de nuestra Madre Santísima para
que ella las lleve ante ti, que eres muy bueno, para nos las
concedas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Al terminara se apagan las velas.
ADORAMOS A JESÚS NIÑO…
Papá:
Querida familia, Jesús ha nacido… los ángeles cantan y lo alaban.
Unámonos ahora nosotros también a este coro angélico y adoremos a
nuestro salvador. María, como a los pastores les ofrece a su Hijo
para que lo amen y lo adoren.
Una de las niñas más pequeñas, toma el papel de la Virgen María y
lo ofrece a cada uno de los miembros de la familia para que lo besen
mientras todos recitan o cantan el Gloria.
Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria
te alabamos, te bendecimos,
te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias,
Señor Dios, Rey Celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios
Hijo del Padre;
tu que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica
tú que estas sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo,
sólo tú señor,
sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo
En la Gloria de Dios Padre.
Amén.
Al terminar se coloca al niño Jesús en el pesebre
del Nacimiento mientras los asistentes entonan Noche de Paz.
FELIZ NAVIDAD….
Papá: Hermanos, que la luz de Cristo brille
por siempre en nuestras almas.
¡Feliz Navidad!
Nos damos todos un abrazo y un beso lleno de cariño mientras nos
deseamos todos feliz Navidad. Si se tiene la costumbre de darse
regalos, este sería el momento más oportuno para hacerlo.
Al final nos sentamos a compartir la Cena de Navidad
según la costumbre de cada familia.
Que el
Señor Jesus, que nace para salvarnos te llene con su amor.
Como María, Todo por Jesús y para Jesús.
Ernesto María Caro, Sac.
NAVIDAD 2003