Guía para el cristiano ante
el actual pluralismo religioso
Nuevo libro de José Antonio Galindo Rodrigo,
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VALENCIA, domingo, 22 octubre 2006 (ZENIT.org).-
«La poderosa fuerza salvadora de Cristo. Una guía para el cristiano ante el
actual pluralismo religioso», de José Antonio Galindo Rodrigo, desbroza el mundo
de la teología de las religiones aclarando el lugar de Cristo y el lugar de las
otras religiones en el plano de la salvación.
El libro, editado por el
Secretariado Trinitario de Salamanca aborda la cuestión de la salvación de
manera sistemática para comprender que Jesucristo es la causa personal de la
salvación y las otras religiones son medios o instrumentos.
José Antonio Galindo Rodrigo (Fustiñana, Navarra, 1936) es agustino recoleto.
Después de licenciarse en Teología (Universidad Gregoriana) y en Filosofía
(Universidad de Navarra) se doctoró en Teología en Valencia, en cuya facultad
imparte la asignatura Antropología teológica según san Agustín.
El padre Galindo recuerda a Zenit que «el cristianismo no es de los cristianos,
sino propiedad de Cristo, que llama a todos a la verdad y al bien, y que quiere
salvar a todos».
--El actual pluralismo religioso, ¿desdibuja la fuerza salvadora de Cristo?
--Galindo: El actual pluralismo religioso tal y como con frecuencia se concibe
desdibuja efectivamente la fuerza salvadora de Cristo.
Si se piensa que todas las religiones salvan, entonces Cristo queda rebajado.
Pero igualar, cuando las cosas no son iguales, es una injusticia y un error.
--Las otras religiones también son instrumentos de salvación de Dios. ¿Cómo
se concilian con Jesucristo, causa personal única de la salvación de toda la
humanidad?
--Galindo: Las otras religiones también son instrumentos de salvación de Dios,
porque teniendo verdades y valores, según varios documentos de la Iglesia,
pueden servir, y de hecho sirven para que Dios salve a los fieles de esas
religiones aunque siempre por los méritos de Cristo, que es el único Salvador de
todos.
Los fundadores de las grandes religiones son maestros y, en alguna medida,
modelos para la humanidad (Laotsé, Budha, Krisna, Mahoma, etc.) pero sólo
Cristo, y en exclusiva, (además de supremo Maestro y Modelo perfecto) es el
Salvador de toda la humanidad en general y de todos y cada uno de los seres
humanos en particular.
Las religiones, cualesquiera que sean, y Cristo no se sitúan en el mismo plano.
Las religiones, incluso la cristiana, son medios o instrumentos, mientras que
Cristo es la causa personal de la salvación, es el sujeto, la persona que salva
(la salvación es una acción de un ser personal) sirviéndose de esos medios o
instrumentos que son las religiones.
Quien salva es único (Cristo), mientras que los medios de que se sirve, unos
mejores que otros, pueden ser y son varios y diferentes, y estos medios son las
diversas religiones. Se concilian ambas verdades si hablamos de las religiones y
de Cristo con precisión.
Las religiones no salvan, (ninguna), sino que son instrumentos de los que el
único agente personal (Cristo) se sirve para salvar; sin embargo, tampoco es
correcto decir que las religiones son ajenas al hecho de la salvación de los
seres humanos, puesto que son medios o instrumentos de la misma por sus verdades
y valores.
--Es tan peligroso un pluralismo religioso igualitario (todas las religiones
valen) como un exclusivismo absolutista (sólo el cristianismo tiene razón y las
otras religiones no aportan nada), según usted. ¿Cómo encontrar un equilibrio?
--Galindo: Un pluralismo igualitario o indiferenciado es erróneo, pues es
evidente que las religiones no son todas iguales; además, ello supondría caer en
el error de que Cristo, siendo el Hijo de Dios no ha fundado una religión
superior a las demás, lo cual implica que Cristo o no se tomó en serio al fundar
el cristianismo o no es Dios; lo primero es un absurdo, mientras que lo segundo
es una herejía para el cristiano.
Tampoco es correcto el absolutismo de afirmar que sólo el cristianismo tiene
razón, porque las grandes religiones coinciden en algunas cosas (verdades y
valores) con el cristianismo. Por otro lado, esa posición es contraria a la
doctrina de la Iglesia.
--¿Considerar a las otras religiones como «válidas» en la promoción de los
valores puede ser el nuevo nombre del diálogo interreligioso?
--Galindo: Como está poniendo de relieve Benedicto XVI, y también lo hizo Juan
Pablo II, las religiones deben ser aliadas en muchas cosas importantes para el
bien de la humanidad.
Con el tiempo, yo espero que cada vez sea más conocido Cristo por tantas gentes
que acabarán siendo mejores seguidores suyos que los que ahora decimos que somos
cristianos.
ZS06102204