Autor: Eliana Ambrossini
Fuente: Luces. Ciudad de Oración
No quiero convencerte de nada, solamente explicar lo que creo.
Un mensaje, de parte de una hermana separada (protestante), lo reproducimos en su totalidad, pues gracias a él, se suscitó una bella respuesta llena del Espíritu Santo, llena de Doctrina por parte de Eliana Ambrossini desde Ecuador.
Mensaje de la hermana separada (protestante)
Por favor no me manden mas este correo, yo no pertenezco a ustedes, no se como
dieron con mi dirección de correo. yo no soy católica, soy evangélica
cristiana nacida de nuevo, pertenezco a Jesucristo el es el único camino para
ir al padre, no se confunda la virgen no es el camino para llegar al padre.
Jesucristo fue a la cruz y derramo su preciosa sangre para todo aquel (usted)
que le quiera recibir tenga vida eterna. el es el camino la verdad y la vida
sin el no podemos entrar al cielo y ni siquiera ver al padre. no hay ningún
otro intermediario, solamente Jesucristo lo es para todo, tenemos que orar al
padre todo el tiempo pedir todo lo que queramos, pero en el nombre de Jesús y
no Maria. Juan 3:16 por que de tal manera amo dios al mundo,(quien esta en le
mundo usted) que ha dado a su hijo unigenito,para que todo aquel (usted) que
en el cree, no se pierda, mas teng a vida eterna. verso 17. porque no envió
dios a su hijo al mundo para condenar al mundo (o sea usted) sino para que el
mundo (usted) sea salvo por el. Jesucristo. verso 18. el que en el cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en
el nombre del unigénito hijo de dios.
De nuevo le ruego no me envié mas de su correo. si quieren saber mas de
Jesucristo con gusto les informo.
atentamente: Glad.
Respuesta de Eliana Ambrossini de Ecuador
Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el
niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo” (Lc 1, 40-41).
Isabel, exclamando con gran voz, dijo: ‘Bendita tú entre las mujeres, y
bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a
mí? (Lc 1, 42-43).
Querida hermana "Glad":
He aprendido que el Señor siempre hace cada cosa por un motivo muy profundo,
que va mucho más allá de nuestra comprensión humana o de lo que se ve a simple
vista.
He aprendido que también Dios hace las cosas de manera de darnos siempre una
enseñanza, que muchas veces suele ser la Humildad.
Siendo un Dios Todopoderoso, Él puede hacer las cosas en la forma más simple,
por ejemplo,
pudo venir al mundo directamente, aparecerse vestido de hombre, encarnarse
directamente en un cuerpo humano creado adulto de 30 años en ese instante y
decir "Aquí estoy YO y soy Dios", y empezar su predicación de 3 años en ese
instante.
Lo pudo hacer, porque es Dios.
Pero no lo quiso hacer.
Quiso nacer de una humilde jovencita del pueblo escogido, a quien santificó
("Llena eres de Gracia" le dijo el Ángel, en una época en que todavía nadie
era lleno de gracia, porque Jesús todavía no nos había redimido).
Dios la quiso pre-santificar, y como es Dios y todo lo que quiere hacer lo
puede hacer, entonces lo hi zo.
Y Dios decidió encarnarse como un embrioncito en esa jovencita de 15 años, y
luego Dios vivió humildemente oculto junto a ella como hijo (obedeciéndole en
todo dice la Biblia, a ella y a San José), durante 30 años.
Así hace Dios las cosas. Pudo venir directamente, con esplendor y
gloria, pero quiso venir a través de ella, humildemente.
Hoy, la Redención obrada por Jesucristo en su vida terrenal, se obra de manera
mística en su Iglesia, que somos todos nosotros, los bautizados en el Señor.
Es preciso que su Iglesia sufra la Pasión del Señor, porque Jesús mismo nos
anunció que el siervo no puede ser mayor que su Señor, y si el Señor fue
crucificado, el siervo también debe serlo.
Nosotros, los bautizados, formamos el Jesús Místico, su Iglesia, la que Él
fundó en Pedro, y por tanto, nosotros también debemos ser crucificados como
Él.
Pero para ser crucificados, como nuestro Señor, primero tenemos que conve
rtirnos en Nuestro Señor, tal como Pablo lo dice: "Ya no soy yo quien vive,
sino es Cristo quien vive en mí".
Y para que Cristo viva en mí a fin de que mi yo-Cristo pueda ser crucificado
como Él, y luego pueda resucitar como Él, primero Jesús tiene que
encarnarse (místicamente) en mí.
Y así como la primera vez:
• El Padre quiso enviarnos a Su Hijo a través de María
• Jesús y el Espíritu Santo quisieron depender de María para que los
lleve hasta Santa Isabel para llenarla del Espíritu Santo
• el Espíritu Santo quiso que María esté reunida con los Apóstoles para
bajar en Pentecostés
• Jesús quiso realizar su primer milagro por petición de su madre
ahora también Dios quiere venir a nosotros a través de María.
Sus designios son siempre perfectos y no los cambia nunca, son igual de
perfectos cuando Jesús viene ahora místicamente a nosotros a través de María
com o cuando vino físicamente a nosotros a través de María.
Esta es la razón por la cual la Iglesia de Jesús, fundada en Pedro, llamada
Universal o Católica (porque es para todos, no sólo para el pueblo elegido
judío), quiere estar con la Madre de Jesús, la Madre de Nuestro Señor (Lc
1, 43), María, porque estando con Ella, Jesús viene a nuestra alma, igual
que vino físicamente hace 2000 años.
Y cuando logramos que, a través de María, Cristo viva en nosotros, nosotros ya
podemos estar con el Padre, porque Cristo Jesús es quien nos lleva al Padre,
es el único mediador entre el Padre y nosotros.
Bueno, esto es lo que yo creo, y es el creer de la Iglesia asistida por el
Espíritu Santo según promesa de Jesús, desde los primeros siglos, como lo
corroboran todos los Padres de la Iglesia de los 3 primeros siglos.
Se puede encontrar este recurrir a María para tener a Jesús, desde los
primeros escritos de los Padres Apostólicos, mártires, como San Ignacio de
Antioquía, San Ireneo y otros.
Recién desde el año 1520, por obra de Martín Lutero, el primer protestante
(quien sin embargo era mariano y veneraba a la Virgen María) empezaron a
surgir cambios en la concepción del papel de María en nuestra salvación.
La doctrina de Lutero de la libre interpretación de la Palabra de Dios, según
la cuál el Espíritu Santo le manifiesta a cada persona lo que debe creer,
(rompiendo con la unidad de interpretación de la Palabra de Dios y la
seguridad de tener la verdadera interpretación de la Palabra de Dios según
promesa bíblica de Jesús dada a su Iglesia), esa libre interpretación de
Lutero hizo que paulatinamente las "creencias" fueran evolucionando, y
sucesivamente apareciendo hombres quienes, creyéndose inspirados
personalmente por el Espíritu Santo, fueran creando doctrinas nuevas, cada
vez más lejanas a la fe dejada por Cristo y mantenida intacta por la Iglesia
durante 1520 años.
Así, hoy vemos que hay más de 1300 denominaciones evangélicas, cada una con
una "verdad" diferente, claro, porque prefirieron crear "su" verdad, en lugar
de humildemente aceptar la Verdad tal cual la reveló Jesús y la mantuvo y
mantiene el Espíritu Santo intacta en su Iglesia.
Entre los cambios que vinieron con el protestantismo, poco a poco apareció el
rechazar a María como Madre nuestra, entregada a nosotros por Jesús en la
Cruz, y a través de quien Él quiere nacer en nuestros corazones, como nació en
Belén hace 2000 años.
Los designios de Dios no siempre son entendibles para nuestra razón.
A mí también me hubiera parecido más sensato que Jesús hubiera venido
directamente a nosotros hace 2000 años, sin necesidad de encarnarse en la
Virgen María, pero es que mi "sensatez humana" es simplemente estupidez ante
la inescrutable Sabiduría Divina.
¿Por qué Jesús escupió y cogiendo tierra del suelo, hizo un barro que untó en
los ojos del ciego, en lugar d e simplemente decirle "Abre tus ojos"?
Pero por fe debemos creer que lo que hace Dios es perfecto, aunque a mi
limitada naturaleza humana no le parezca perfecto...al diablo no le pareció
perfecto tener que doblar la rodilla ante un humano, aunque fuera el mismísimo
Dios Encarnado, y se rebeló...así, que, querida hermana, lo que soy yo, no
cuestiono los designios de Dios y acepto gozosa que el Hijo encarnado, Jesús,
venga a mí a través de su madre María.
Y cuando Jesús sea todo en mí, y yo haya logrado convertirme en "otro Cristo",
allí, sí, que...¡estaré en perfecta unión con el Padre!.
Perdóname, hermana, mi larguísima explicación, no quiero convencerte de
nada, solamente explicar lo que creo.
El director de Ciudad Oración nos pidió no contestar tu carta; pero te he
escrito como a una hermana con el sólo ánimo de compartir lo que creemos
contigo; así como tú expresaste tus creencias.
Que Dios te bendiga y te guarde, te mu estre Su Rostro y te dé Su Paz.
Eliana